Esto apenas comienza



Más hambrienta y superior a la primera. Yo estoy, de verdad, muy complacida de haber encontrado una gran película. Los Juegos del Hambre: En Llamas es una entrega de factura espectacular, de grandes medios y -a Dios gracias- llenó todas y cada una de las expectativas que tenían sus tributos (llámense así a sus seguidores). Yo no me considero una "tributo" en sí, pues no soy fanática de los libros. Simplemente represento a una cinéfila más, cuya primera parte cautivó y quien estaba esperando con ganas la secuela. No quedé decepcionada en absoluto. Jennifer Lawrence se creció como Katniss Everdeen, y ahora hace que se nos caiga la mandíbula con una actuación de primera línea. Bajo la dirección de Francis Lawrence, Catching Fire demuestra su garra y su máxima profundidad. De hecho, los personajes logran destacar más y llenar el cuadro cada uno de manera diferente y protagónica. Es aquí cuando nos damos cuenta de sus debilidades y sus fortalezas; además, el triángulo amoroso se complica (Liam Hemsworth encarna al chico que quiere a la que quiere a otro, y el ganador también quiere a la misma chica pero sigue atrapado....) 


Lo cierto es que estos juegos se transformaron. Hay más dolor, más drama y un laberinto nada fácil de recorrer. La rebelión se ve venir, aunque nos dan a probar el helado y nos dejan sedientos al final. Eso hace que la mayoría exclame: "¡Qué! ¿Y cuándo viene la tercera?". Los elementos cinematográficos en esta oportunidad están puestos en su lugar. Las escenas de violencia son mucho más certeras que las del filme de 2012, y encontramos un envoltorio poco común en una era en la que sobreabunda el CGI. No es que la dirigida por Gary Ross haya sido mala, no, solo que aquí evolucionó la historia. Sin embargo, a pesar de todo eso, yo sigo insistiendo en que la calidad interpretativa de Jennifer es lo mejor de esta película. Ella enciende la pantalla, se ve súper segura con su aro y su flecha, imponente y capaz de apropiarse del material con un carisma insuperable. Creo que The Hunger Games no sería lo mismo sin ella. Claro, no podemos obviar a los secundarios Donald Sutherland y Seymour Hoffman. Grandes, bien grandes. Solo me queda decir que los fans pueden estar tranquilos, esto apenas comienza. Si lo dudan, presten atención a la mirada final de Katniss y me dicen si no alberga tremenda promesa...



Valoración: 5 de 5

¡Atención, fotógrafos!


Es increíble la importancia que cobra una imagen, una fotografía, un momento...  Pero más increíble aún es encontrarse con una película tan GRANDIOSA como The Bang Bang Club. La encontré por casualidad en una torre azul (entiéndase un montón de películas Blu-Ray). La tomé entre mis manos con la intención de leer la sinopsis, me llamó la atención y me la llevé. Sabía que narraba la historia de cuatro fotógrafos (Kevin Carter, Ken Oosterbroek, Greg Marinovich y Joao Silva), quienes en la década de los 90 registraron los hechos violentos en Sudáfrica previo al gobierno de Nelson Mandela. Sin embargo, jamás pensé que ese obturador me capturara de la manera que lo hizo. La película está basada en el libro que escribieron dos de esos reporteros (Greg y Joao), y quizá ese sea el punto más fuerte: es una historia real; pero no solo eso, sino que se siente real, auténtica, sincera. El director Steven Silver nos va llevando por esos áridos caminos, presentando a los personajes perfectamente recreados en las manos de Taylor Kitsch, Malin Akerman, Ryan Phillippe y Frank Rautenbach. Más tarde busqué en Internet a los verdaderos y percibí que el parecido es bastante aceptable. Ellos manejan el relato con inteligencia, además de ilustrar de manera sabia las situaciones en las que tomaron sus más famosas fotos.


Algunos de los que leen estas líneas habrán visto una fotografía en la que a un hombre le cortan la cabeza mientras lo consumen las llamas. Otros recordarán esa toma en blanco y negro donde a una niña aparentemente africana, delgada y casi muriendo, la asecha un buitre. Sus autores (ganadores del premio Pulitzer) son honrados de una manera muy especial en esta producción. Esta es su historia. Lágrimas, risas, nervios y zozobra son algunos de los sentimientos que experimenté durante los 107 minutos de metraje. Conectarme no fue difícil, es más, no quería que terminara. Quería más... The Bang Bang Club es impresionante. De verdad no esperaba toparme con una película tan buena. Aquí conocemos el lado más oscuro de unos ¿héroes? y también la lucha de unos amigos y de un país por alcanzar sus ideales. La recomiendo 100 por ciento a aquellos que deseen conocer el terrorífico régimen del apartheid y a los amantes de la fotografía manual. Esto es cine verídico; un duro y cruel panorama que entra en tu vida y no te suelta. Lo mejor: las actuaciones, la música, las tomas, el guión... ¡Sencillamente EXCELENTE!



Valoración: 5 de 5

No se puede contar, solo se puede ver...


Las películas estadounidense van llegando a Venezuela a cuentagotas. Hace bastante vi una cinta que apenas está entrando a la cartelera nacional. Hablo de Stoker (Lazos Perversos),dirigida por Park Chan-wook y brillantemente protagonizada por Mia Wasikowska. Sí, la Alicia de Tim Burton es la figura principal en esta cinta oscura, erótica, tensa y perturbadora. El título corresponde al apellido de una familia. El día que cumple 18 años, una adolescente llamada India (Wasikowska) pierde a su padre en un accidente automovilístico. Su vida se hace añicos. Su impasible comportamiento oculta profundos sentimientos que solo su padre comprendía. Pero todo se complica aún más, cuando su tío Charlie (Matthew Goode) aparece en el funeral y decide quedarse una temporada en casa de su sobrina y su concuñada (Nicole Kidman). Es en ese instante cuando una telaraña de enredos y deseos comienza a consumirlos a los tres. La sinopsis puede parecer atrayente para cierto tipo de público. Otro, de repente saldrá huyendo. Lo cierto es que quien se sienta frente a esta trama queda atrapado sin poder quitarle los ojos de encima a esos personajes tan exquisitos. 


En general se trata de una producción que mezcla el terror con el thriller y el drama doméstico; un rompecabezas creado única y exclusivamente para que el espectador saque a flote lo que tenga mejor guardado en el fondo de sus pensamientos. Stoker tiene una particularidad muy especial y creo que fue lo que más llamó mi atención: Es una película que no tiene comparación; es decir, nosotros a veces tendemos a ligar una obra con otra. Buscamos similitudes con entregas pasadas o con directores. Aquí no podemos hacerlo por el simple hecho de que es algo que no hemos visto nunca. Es un ejercicio de estilo sobre la poética de la violencia y el sexo, pero además resalta la forma en la que Chan-wook maneja las escenas. Lo hace con total precisión, utilizando primerísimos planos y detalles dignos de admirar. Los objetos, los colores, las miradas... Todo se muestra en el cuadro con una intención muy marcada. Pura técnica, un trabajo de artesanía hecho con finos hilos mentales. Y, al final, las cosas cobran sentido. Es difícil abordar algo más, pues estamos ante una cinta difícil. Resultará compleja para una buena parte. Un relato que no se puede contar, solo se puede ver... ¡La recomiendo!


Valoración: 5 de 5

Elegante, espeluznante, asombrosa... Stoker no te dejará indiferente. No se parece a nada que hayas visto antes. Búscala en Blu-Ray

El Gatsby de Luhrmann


No tenía referencias previas de El Gran Gatsby. No leí el libro y tampoco vi ninguna de las adaptaciones cinematográficas anteriores (se han realizado cinco de esta novela). Así que con buenas ganas me senté a ver la de Baz Luhrmann (Australia, Moulin Rouge, Williams Shakespeare's y Romeo and Juliet). Mis expectativas no estaban en el aire, pero sí tenía bastante curiosidad. Los comentarios y las críticas que había leído estaban divididas. Unas eran favorables y otras deplorables. Sin embrago, yo me encontré con una cinta bastante decente; en realidad se trata de una buena propuesta para una temporada en la que no hay mayor material. La historia la conocía a medias: un hombre extravagante se regala a sí mismo todos los lujos y placeres que le sean posibles. Es lo que ha querido ser en cada momento de su vida, esa que se desarrolla en unos locos años 20 en la ciudad de Nueva York. 


En la alta sociedad norteamericana llama la atención la presencia de Jay Gatsby. Es misterioso, inmensamente rico y lo interpreta Leonardo DiCaprio. Sí señores, un excelente Leonardo DiCaprio, quien a estas alturas es capaz de hacer las cosas bien o demasiado bien. Da la talla una vez más y deja de nuevo la incógnita: ¿Por qué en los Oscar no lo toman en cuenta? Este actor sabe darle al personaje de Gatsby lo que merece, ese punto extravagante que necesita. Después de verlo a él es difícil imaginarme a otro dentro de la trama. Caso contrario ocurre con Tobey Maguire, pues pareciera que actúa sin saber exactamente cuál es su rol. Su rostro, soso e inexpresivo, es una piedra de tropiezo aquí. 


Por otro lado, no podemos obviar el hecho de que estamos frente a una película de Luhrmann. Al espectador que le guste la forma y el fondo que le da este director a sus obras entonces tiene luz verde para disfrutar de un espectáculo elegante y lleno de color, mucho color. Su envoltorio es pomposo y grandilocuente. No que eso sea bueno o malo, sencillamente es así, porque es de él. Quizá eso fue lo que a mí más me atrajo; además tiene romance, drama y un arranque frenético como el mismo estilo de vida que nos presentan. Scott Foundas, de la revista Variety, reseñó: "Ames u odies a Luhrmann, no hay duda de que Este es su Gatsby", y yo no lo pongo en duda. Me atrevo a asegurar que no dejará a nadie indiferente. Estoy complacida y pronto la volveré a ver. ¡Hasta la próxima!



Valoración: 4 de 5


Carey Mulligan está muy bien como Daisy Buchanan. Con su vestuario es la perfecta evocación de los lujosos años 20

Nos reconocemos en El Regreso


Tuve la oportunidad de ver el largometraje zuliano El Regreso recién salido del horno. Ese día la directora Patricia Ortega estaba emocionada, habló de cuánto esfuerzo les costó sacar adelante el proyecto, agradeció a quienes la apoyaron y presentó -orgullosa- a sus actores. Una joven, quien artísticamente se hace llamar Cancioneira, entonó unos temas melancólicos que evocaron fácilmente aquellas canciones típicas de la etnia Wayuu. Ese fue el preludio de la noche. La película empezó, el lugar estaba full, pero no tardé en concentrarme. La música me atrapó, así como me atrapó el estilo de vida que nos presentan como referencia. Una familia vive aparentemente tranquila en Bahía Portete (Alta Guajira colombiana). Se respira tranquilidad en un hogar donde la arena y los chinchorros bastan para transcurrir el día a día. Sin embargo, desde el principio hay una amenaza latente y -tal vez porque quienes conocemos la noticia ya sabemos lo que va a pasar- nos impacientamos. La violencia no llega de una vez y es ahí cuando me permito decir que -quizá- sea uno de los puntos débiles de la cinta: es un poco lenta. 



Con todo y eso, hay quienes aseguran que esa es la parte interesante. Ortega se regodea para que podamos conectarnos con los personajes. Ya para cuando la sangre empieza a correr, tenemos una empatía completa con Shuliwala (la debutante y correctísima Daniela González), una niña de 10 años que tras la tragedia logra huir hasta una ciudad fronteriza y desconocida. Entonces empieza la segunda parte de la película y la angustia del espectador aumenta. Nos reconocemos en cada plano, en cada detalle, en cada escenario y nos preguntamos: ¿eso es ficción o realidad? Yo tuve la respuesta inmediata: es realidad. En el centro de Maracaibo los niños en situación de calle no forman parte de un guion, NO. Están vivitos y coleando, pero con hambre. Tal vez no estoy haciendo un análisis de la cinematografía, pero es que el mensaje me tocó demasiado. Patricia tuvo un buen comienzo, sobre todo porque jugó con la emoción de su gente. Además, la fotografía, la música y el montaje son dignos de admirar. Todo eso sin contar el gran trabajo de dirección con los actores, quienes en su mayoría no tenían experiencia en el cine y aún así no se vieron sobreactuados ni exagerados. El Regreso es una cinta nuestra, muy nuestra, con una gran reflexión y una seña: el cine zuliano se despertó. 



Aplausos para Laureano Olivares, la niña Sofía Espinoza y Gloria Jusayú. Ellos hacen que El Regreso se eleve dos puntos por arriba.

Puntuación 4 de 5


Ver a Bradley Cooper durante 100 minutos


La historia de los amigos que pasan por situaciones "extremas" gracias a una resaca que les ha "borrado el cassette" por completo, llegó a su fin. The Hangover Part III se presenta como despedida y tiene una vez más la mano de su fiel director Todd Phillips (quien realizó las dos películas anteriores); solo que en esta oportunidad no hay alcohol de por medio, es decir no hay ratón (como dirían los venezolanos). Doug, Phil y Stu se dan cuenta de que su cuarto amigo, Alan, está al borde de un abismo (decapitó a una jirafa, le provocó un infarto a su padre... en fin). Por eso intentan ayudarlo y lo llevan a un centro especializado, pero en el camino se encuentran con una "cuenta pendiente", la cual incluye al problemático criminal Leslie Chow. La comedia en esta tercera entrega se da como quien quiere y no quiere la cosa. El humor mayor lo pone el personaje de Zach Galifianakis. No voy a ser hipócrita, pues el tipo miraba la pantalla y yo me reía con ganas, seguida de los compañeros que tenía a mi lado. Sin embargo, es cierto que Qué Pasó Ayer (como la llaman en Latinoamérica) pierde un poco esa esencia y esa magia con la que comenzó su recorrido. A ratos pudiera resultar un poco cansona para quienes no están acostumbrados a este tipo de propuestas. Además, me chocó la idea de que le dieran más protagonismo a ese chinito fastidioso y -OBVIO- no se ganará ningún Oscar, ya sé...  


De todas formas, es una película capaz de sacarle una carcajada (aunque sea una) a cualquier persona. Insisto: Galifianakis es el centro aquí. Él aplasta una escena, la parte en pedazos pequeños y la lanza al aire con tan solo una frase. Los que ya la vieron recordarán la que comparte con Melissa McCarthy. ¡Esa estuvo de lujo! Por otro lado. TODO, absolutamente TODO vale la pena únicamente por el hecho de pasar 100 minutos observando a Bradley Cooper. No me arrepiento de ver esta cinta, pues nunca desperdiciaré la oportunidad de verlo a él. No solo Alan y Chow babean. Para finalizar, considero que la trama hace mención a temas como la evolución, la madurez y la amistad. Estos chicos están creciendo, o bueno, al menos eso parece. Un consejo les doy: si están en el cine, no abandonen la sala tan rápido. Esperen una última escena, un total homenaje a las locuras que los caracterizan, donde Stu se lleva -como siempre- la peor parte. ¡Hasta la próxima!



Valoración: 3 de 5

El humor mayor lo pone Galifianakis. Pero Bradley Cooper se la come desfilando esos pantalones kaki. 

¡Nada es lo que parece!


La primera escena ya es perturbadora. Un hombre corriendo con cara de espanto por un bosque oscuro. Solo la luz de su linterna alumbra, a ratos, la aterradora noche. De pronto, sale a la carretera y, ¡BUM! No puedo seguir contando más acerca de El Cuerpo, una película española de 2012 que resulta una gran sorpresa y que se desarrolla mayormente en el interior de una morgue. El cadáver de una poderosa empresaria ha desaparecido del depósito, por lo que el inspector de policía encargado debe investigar -con la ayuda del viudo- quién o quiénes lo robaron. Cierto, dije que no podía contar mucho, sorry! Es que este tipo de trama es de esas en que no se puede revelar absolutamente nada. Solo hay que verla, disfrutarla y analizarla al final. Y, créanme, eso no va a ser difícil, considerando que se trata de un thriller psicológico con un suspenso efectivísimo y uno de los finales más impactantes del cine. Te despierta de golpe y eleva la cinta dos puntos por arriba. Oriol Paulo, guionista de Los Ojos de Julia, debuta en la dirección, dándonos un buen adelanto de lo que pudiera ser su carrera en esta área. Además, optó por escoger a José Coronado, Belén Rueda y Hugo Silva para los papeles principales. Los tres están correctos. Atrapan e introducen al espectador en ese mar de noir.


Agradecí grandemente el hecho de haber encontrado esta peli, pues ya me hacía falta sentir esa incertidumbre que nació en mí desde el primer minuto. El metraje alargado no es un obstáculo, ni mucho menos un factor para el aburrimiento, por el contrario, cada instante vale en este filme y cada escena te hace pensar en algo diferente. Si en algún momento crees haber adivinado parte del cuento, déjame avisarte que no cantes victoria tan rápido. Nada es lo que parece. "¡Ahhh!, ¡ya yo sé lo que pasa! Este hizo esto y aquella hizo lo otro", exclamó emocionado mi esposo, como si hubiese descubierto el crimen más complicado. Le creí a medias, pero tenía mis dudas. Más tarde, el desenlace nos dejó a los dos con la boca abierta y casi no pudimos pronunciar palabra. No creo que El Cuerpo sea una obra maestra, incluso, si pudiera nombrar algo negativo, sería el sonido. Algunas conversaciones no se entienden (ya saben, los españoles tienen una papa en la boca). Sin embargo, me atrevo a decir que estamos ante una excelente propuesta de misterio puro, con interrogatorio e incógnita por despejar. Hecha a pulso y llena de giros increíbles, este filme es ideal para los cinéfilos amantes de los laberintos y de la trampa. ¡Recomendadísima! VER TRÁILER


VALORACIÓN: 4.5 de 5

NOTA: El final inesperado de El Cuerpo te despierta de un solo golpe y eleva toda la película dos puntos por arriba

¡Supéralo, Stephenie Meyer!


Un escaso puntaje le asignan a la cinta The Host (La Huésped) en las diferentes páginas medidoras. No podía ser más, considerando que la trama presenta a una extraterrestre dentro de la mente de una humana. Ellas hablan entre sí, se pelean por el amor de un chico, pero son la misma persona; es decir, el cuerpo es uno, lo que las distingue es una insoportable voz en off. ¡Qué lástima! Hubiese podido ser un mejor proyecto si no fuera tan lenta y si no viniera de una novela de Stephenie Meyer, autora de la saga de Crepúsculo. La escritora ya no pudo seguir haciendo historias de vampiros y se abocó a una de alienígenas con la misma tónica adolescente y con personajes insípidos, cual Robert Pattinson y Kristen Stewart. No dudo de que, entre el conglomerado, exista personas que difieran de mi punto de vista, pues este tipo de películas siempre tienen un porcentaje a su favor, más aún si el creador ya es conocido por una franquicia que arrastra masas de una u otra manera. Lo malo es que Andrew Niccol (In Time, El Señor de la Guerra, Gattaca) realiza una dirección algo sosa. Me pareció un filme tonto, repetido, aburrido... Su género tampoco está claro, a pesar de que le atribuyen varios: ciencia ficción, thriller, romance y extraterrestres. ¿Romance? ¿Cuál romance? ¿Thriller? ¿Cuál thriller?



En el reparto destacan Diane Kruger y William Hurt. A los otros los conozco poco, exceptuando a Saoirse Ronan (protagonista), a quien ya vi en Atonement, Hanna y The Lovely Bones. The Host pierde cualquier fuerza dramática que pudiera tener al principio. Sus diálogos "profundos" llegan a cansar sobremanera, haciendo que el espectador pida a gritos algo más emocionante (cosa que no ocurre). Solo hay ciertos momentos medianamente interesantes. Los convencionalismos y tópicos que vimos en Crepúsculo se dejan ver de forma ligera. De pronto caemos en cuenta de que aquí también hay un trío o hasta cuarteto. De lo poco rescato, el buen gusto del director por la elegante puesta en escena. Niccol logra imágenes preciosas e imponentes (el campo de trigo, el firmamento). Y el mensaje intrínseco que podemos analizar al final es que, en cualquier momento de la vida, los jóvenes sufren una lucha interna, una dicotomía propia del inconformismo de la edad, la cual se despierta a la par con amores y pasiones. ¡Supéralo, Stephenie! En fin, esta película no tiene nada de nada, pero me da la leve impresión de que pudiera generar secuelas. ¡Suerte!




Valoración: 1 de 5

Gerad Butler puede con todos


Sí, es una americanada grande, muy grande. El honor de los Estados Unidos de América una vez más queda por todo lo alto en Olympus Has Fallen (o como la denominaron en nuestro país, Ataque a la Casa Blanca). Sin embargo,  con todo y eso, estoy segura de que la mayoría, tanto hombres como mujeres, la disfrutan de principio a fin. No cabe dudas de que entretenimiento no le falta, así como tampoco le faltan coroticos. Efectos especiales, disparos, derrumbes, helicópteros desplomados. Todo lo que requiere el cine de acción clásico. Y claro, una de las cosas que más llama la atención- o al menos a mí- es ver a Gerard Butler en otro papel de gran carácter, aunque con un “poquito” de inverosimilitud, pero no importa. En esta oportunidad él no necesita a sus 300 hombres, no. Solito puede con las fuerzas terroristas norcoreanas, y es capaz de vencerlas con inteligencia y mucho poder. La sinopsis va más o menos así: El presidente de Estados Unidos, interpretado por Aaron Eckhart, es secuestrado por un comando de Corea del Norte, liderado por Kang (Rick Yune). A partir de ese momento, el agente del Servicio Secreto Mike Banning (Butler) decide mover cielo y tierra para sacarlo con vida y así reivindicarse por un error que cometió en el pasado con la primera dama.  También hay drama, por cierto.



En la trama destaca precisamente Rick Yune en ese papel del “malo malísimo”. Y aquí tengo que hacer un paréntesis para decir que en esta película los estadounidenses son buenos y los que no vienen del mismo infierno… Advertidos, no se asombren, ya se los dije al principio. Seguimos. Morgan Freeman también aparece con su piloto automático activado y a Ashley Judd la vemos haciendo, quizá, uno de los cameos más importantes de los últimos tiempos. Antoine Fuqua (El Rey Arturo, Día de Entrenamiento, Lágrimas del Sol) ha recibido diversas críticas por esta cinta en la que se juzga lo vulgar y cotidiano. Es cierto que no es una obra maestra, pero ¿Quién la está pidiendo? He escuchado a todos los mortales salir de la sala diciendo que es “tremenda”; así que creo que él director sabía lo que hacía. Si quieren un adelanto les digo que no hay ni un solo giro de guión y que errores tal vez abunden. Lo bueno es que parece ser un regreso al sangriento y tópico género de ataques antiamericanos. Solo falta  Bruce Willis y Mel Gibson. ¡Yo la recomiendo!


Valoración 3 de 5

Nota: El ritmo de Olympus Has Fallen es frenético de principio a fin. Los de Estados Unidos son buenos y los otros son malos. Y Gerard Butler puede con todos…



Capuletos y Montescos, vivos y muertos...


El filme comienza y yo sin mucho ánimo, aunque atraída por una imagen bien pintada en alta definición. Un joven camina por una calle de nadie haciendo un monólogo interno (en voz en off) de lo que es ahora su vida en el mundo de los muertos. Sí, es un zombi. En ese momento me entusiasmo menos, pero me quedo. Warm Bodies (Memorias de un Zombie Adolescente) no es ese tipo de películas que llaman la atención de entrada. Sin embargo, el planteamiento y la dirección de Jonathan Levine (quien se basa en la novela de Isaac Marion) transita por unos caminos tan correctos que, al final, lo que parece ser una inevitable debilidad logra salvar todo el producto. Es un coctel de tonos dispares con un elemento redentor: resulta convincente como autoparodia. Un cadáver con problemas existenciales entabla una extraña amistad con la novia de una de sus víctimas -entiéndase, el chamo a quien le come los sesos-. Esta insólita relación provoca una reacción en cadena y cambia su vida, la de otros zombis y probablemente la de todo el planeta.



Jamás me imaginé viendo una historia de amor entre una humana y un "muchacho" con la boca llena de sangre y cicatrices por todos lados. Durante el metraje, mi mayor preocupación fue: "¿Cómo va a besarla?". Y si a eso le suman el hecho de que la capacidad para comunicarse es casi nula, aumenta la angustia. Aun así, ya para el momento del desarrollo de la amistad entre ambos yo estoy más interesada en la trama. Quizá es inevitable pensar en Crepúsculo, aunque con el alivio de que esta no llega a tomarse tan en serio como esa saga que, a Dios gracias, ya terminó. Celebro en gran manera que la propuesta haya dado como resultado una película contradictoria, excéntrica, divertida... Levine maneja el material con astucia.




Lo único que podría criticarle sería su deseo por querer quedar bien con medio mundo y que después de la mitad pierda un poco ese humor negro con el que arranca. De todas formas, no es mal de morir. Lo que más distingue a Memorias de un Zombie Adolescente es que, previsible y todo, no defrauda en lo absoluto. Creo que este cuento reinventa a Romeo y a Julieta, solo que -en lugar de Capuletos y Montescos- hay vivos y muertos. En fin, una cinta diferente e inventiva que muchos disfrutarán de principio a fin. Romance, comedia, fantasía, terror... ¡Para todos hay! En mi opinión, lo mejor es el mensaje con el cual concluye: el amor todo lo salva, todo lo restaura, todo lo regenera, hasta las células...




Nota: El humor negro y sarcástico en la primera parte de la cinta funciona a la perfección; luego lo pierde un poco, pero el argumento es tan divertido y excéntrico que atrapa de verdad. Un romance simpático y diferente

Valoración: 3 de 5





¡No abandones tus sueños!


Mike Wazowski y James Sullivan saben cómo divertir a los niños. La verdad es que no asustan mucho, más bien dan risa y transmiten alegría cada vez que gritan o protagonizan esas locas aventuras. Pixar Animation Studios y Walt Disney Pictures se esforzaron por mostrarnos el inicio en Monsters University. ¿Cómo se conocieron? ¿Cuál fue la preparación antes de convertirse en monstruos? Es decir, nos trasladan a la universidad y de una manera bastante llamativa. El sitio donde ellos aprendieron a atemorizar a los pequeños de la casa se ve muy real en esta película animada, tanto así, que hasta presentan a los estereotipos: los chicos populares y deportistas, los nerds, los profesores amargados... Claro, en esta oportunidad no son precisamente humanos. Son criaturas extrañas que, en el mejor de los casos, tienen un solo ojo o tres brazos. Lo cierto es que fue muy acertado lanzar esta propuesta, la cual -por cierto- ha sido una de las más vistas en la temporada previa a las vacaciones escolares. No sé si será por esta cinta en particular, pero la mayoría de los cines de la ciudad está a punto de reventar. Para verla tuve que hacer una cola de al menos dos horas, y eso porque no alcancé la suerte de reservar las entradas a través de Internet. La página estaba "colapsada", según me decía la red.



La dirección de Dan Scanlon se torma muy diferente a la de Pete Docter, Lee Unkrich y David Silverman. Ahora quisieron aprovechar las nuevas tecnologías y la lanzaron también en formato de tres dimensiones. Sin embargo, puedo decir con toda propiedad que verla en 2D sería prácticamente lo mismo. Hasta mi niña, con los lentes puestos, se dio cuenta de que no lo explotaron. "Mami, no se le ve tanto el 3D, ¿verdad?", intuyó. Por lo demás, todo está muy bien hecho y la historia deja un mensaje muy bonito. Monsters University no tiene muchas sorpresas ni tampoco da giros inesperados. No creo que sea la mejor historia que ha contado Pixar, pero sí me agradó sobremanera ver cómo incentivan el trabajo en equipo, la superación personal, la amistad y la importancia de la autoestima. En estos tiempos es fundamental que nuestros niños tengan estas vías para aprender un poquito más acerca de la vida misma. Y -¿por qué no?- hasta los adultos logramos reflexionar. Es una película alegre, divertida. Grandes y pequeños soltarán muchas risas y pasarán un momento excelente, como todos los que nos hace pasar el cine animado de calidad.



Valoración: 4 de 5 

PD: Mike Wazowski no tenía mucha madera para asustar, pero descubrió otros talentos y no abandonó sus sueños. No abandones tú los tuyos

El tiempo alcanza para amar


El pasado fin de semana fui al cine con mi hija para ver Monsters University, la nueva cinta animada de Pixar Animation Studios y Walt Disney Pictures. Estábamos las dos sentadas en las butacas, con los lentes tridimensionales puestos, comiendo cotufas y esperando que Mike Wazowski y James Sullivan comenzaran a contar sus aventuras universitarias. Pero, de pronto, ocurrió. Quedamos perplejas ante la gran pantalla, observando cómo un paraguas azul se paseaba de manera animada por una gran ciudad. No podíamos despegar la mirada ni un segundo. Sé que mi niña estaba a punto de preguntarme qué era eso que estaban proyectando. Sin embargo, tan fascinante y atrapante eran las imágenes, que solo pudimos pronunciar palabra cuando terminó  (seis minutos después). En ese momento nos dimos cuenta de que se trataba de un cortometraje llamado Azu-Lado (The Blue Umbrella, por su título original), perteneciente a los mismos estudios. Es el abreboca de la película protagonista en todo el mundo, y creo que se lleva igual atención. Es una obra preciosa, encantadora y deslumbrante. Siempre me ha costado entender cómo en tan poco tiempo ciertos directores pueden llevar al público a vivir experiencias tan inolvidables, pues ese escaso metraje -créanme- se queda contigo por el resto de la semana.


La animación de Azu-Lado es tan precisa que llegamos a pensar que hay más de realidad que de fantasía. Los semáforos miran, las paredes hacen gestos, la lluvia cae con gracia y la gente solo está ahí para darle vida a lo que no es humano. Parece mentira que el tiempo alcance para contar una historia tan bella, tan completa. En medio de una leve tormenta, en una ciudad cantante, dos paraguas (uno azul y otro rojo) se enamoran eternamente. Ellos están destinados a estar juntos, a pesar de los obstáculos que se les presentan en el camino. La fuerza emocional que posee este cortometraje es inmensa y nunca decae. Se propone encantar a los espectadores y lo logra de manera inteligente, adorable. Y creo que lo mejor de todo es la mezcla perfecta de innovaciones tecnológicas con estilos tradicionales. Me hizo recordar aquel corto de Disney de 1946, incluido en la antología musical ¡Música, Maestro!, en el que dos sombreros se encuentran y se aman por siempre. En conclusión, The Blue Umbrella abre paso a nuevas ideas expresivas del mundo digital. Si así llueve, que no escampe... Allí estarán estos paraguas para evitar que nos mojemos. ¡Qué belleza!




VALORACIÓN: 5 de 5

Nota: Los paraguas expresan emociones a través de sus rostros, hechos de íconos extremadamente sintéticos. El entorno de la urbe está dibujado en clave tan hiperrealista, que podría pasar por imagen fotográfica. 

El esfuerzo y la intención se agradecen


Sí, es muy difícil hacer cine de terror, sobre todo en Venezuela. Alejandro Hidalgo lo intentó con La Casa del Fin de los Tiempos, y casi le sale, pero el proyecto pudo haber sido mucho mejor. No se puede negar que hay una buena intención y que las ideas son innovadoras. Hay elementos típicos y guardan ciertos detalles. Sin embargo, nosotros los espectadores, después de haber visto tantas cintas pertenecientes al género, no sabemos pasar por alto las fallas. En primer lugar el guion tiene un error: se pasea por el drama, la risa y el suspenso como si no fuese problema. Así que la tensión no logra mantenerse, pues se le da al público mucha tregua con chistes y diálogos que en este caso no pegan. Yo no recuerdo haberme reído con ninguna cinta de terror que haya visto en los últimos años. Aquí son los niños del reparto los que encabezan las "bromitas" que hacen que los espectadores suelten carcajadas y se olviden por un momento de que lo que están viendo tiene que hacerlos brincar de miedo todo el tiempo. Eso sí, los pequeños tienen actuaciones memorables, en especial Rosmel Bustamante, quien hace el papel de Leopoldo. Guillermo García también encabeza el reparto en la piel de un cura que fuma, por cierto, pero bueno...


Luego pasamos a lo que es la historia. Yo tengo que decir, muy humildemente y sin vergüenza, que por poco no la entiendo. Claro, al final hice un esfuerzo y comprendí. Lo que pasa en el argumento algunas cositas carecen de sentido y otras son irrelevantes. Tal vez el director quiso hacer un filme inteligente, para que la gente se rompiera el coco, pero yo sentí mucha inverosimilitud. SPOILER. Ruddy Rodríguez, quien está bastante correcta como Dulce, es una ama de casa acusada de haber matado a su marido y a su hijo. Cuando sale de la cárcel (30 años después) se dedica a contar lo que en verdad pasó. Que fue ella misma estando vieja quien asesinó a su esposo, pero salvó a su hijo para que viajara en el tiempo y viviera en el presente, aunque también logra verlo en el futuro (o pasado, no sé) aún más anciano que ella. ¿Entendieron? Si la respuesta es no, entonces puedo dormir tranquila y saber que no soy tan distinta a los demás. La fotografía, el sonido, el maquillaje y el montaje están excelentes. Se agradece el esfuerzo. Creo que esto es un comienzo, ojalá continuemos mejorando. PD: Los niños no deben decir groserías, no es necesario. ¡Hasta la próxima!



Valoración: 2 de 5


El Súperman de esta generación


Repetiré lo mismo que dije al salir del cine: Man of Steel  no defrauda en lo absoluto. Es una piñata, de las caras, con todos sus coroticos. Henry Cavill llegó desde otro mundo para quedarse. Nada más cierto que eso y nada más cierto que esta nueva entrega de Súperman está cautivando a más de uno. Sus exagerados efectos visuales y sonoros hacen que los fanáticos expresen a viva voz: "¡Es buenísima!", algo que no es del todo mentira. La película es una opción y no es necesariamente una mala opción; es entretenida, tiene buenas actuaciones (en especial la de su alucinantemente guapo protagonista). El problema es que su estruendoso planteamiento trata de ocultar los baches, pero nosotros no somos tan despistados como para no percibirlos. Lois Lane (Amy Adams) es humana y aun así vuela en fracciones de segundos a cualquier sitio donde haya caído su héroe. Y así por el estilo... Es una cinta tan aparatosa, con tantas explosiones, que por momentos se hace pesada. Las pretensiones son bastante grandes y el tono serio es casi inquebrantable. Solo en dos o tres oportunidades nos reímos con algunos diálogos que no son cien por ciento intencionales.


Pero claro que no hay dudas de que este Súperman se para con buen pie y viene a ocupar el lugar que le corresponde en esta nueva generación. Zack Snyder hizo lo suyo y a cada escena le dio un toque catastrófico con el propósito de que el público mantenga la atención durante los 143 minutos que dura. Además, el gran Christopher Nolan se las ingenia para contar de manera atractiva una historia que ya se nos había olvidado. Así nos muestran los orígenes extraterrestres del personaje, con un preámbulo fascinante y una estética que trasciende más allá de sus límites. Luego tenemos el drama y hasta el melodrama. Del romance no hablo mucho, pues el par de tórtolos no cala. Un besito -como para no dañar la clasificación A y así aprovechar el dinero que puedan gastar los padres llevando a sus hijos- es lo único que representa el gusto entre Lois y Clark. Por otro lado, me llamó la atención lo vieja que luce a estas alturas Diane Lane, quien hace el papel de la mamá adoptiva del hombre de acero. Ya sabía que a Kevin Costner le había caído comején, pero esta actriz tiene los años muy en su contra, y no es cuestión de maquillaje, no, señor, así está. En fin, no dejen de verla. Man of Steel sí tiene su luz, se distingue... Y Cavill, junto con sus músculos, hace que cada instante valga la pena.



Valoración: 3,5 de 5

Un tanto pesada y exagerada, Man of Steel no ostenta defectos tan importantes, pero lo que hay, lo vemos con claridad. Henry Cavill es, quizá, el elemento más loable en esta prepotente obra


Las segundas oportunidades de Nicholas Sparks


En el cine hay un territorio romántico muy bien abonado por Nicholas Sparks, autor de los libros de amor más sonados en los últimos años. Casi todas sus obras han sido adaptadas a la pantalla grande, pero la mayoría ha recibido malas críticas. Creo que la razón de esas negativas es que muchos espectadores no compaginan con este género, el cual es uno de los más destruidos de la industria (nunca entenderé por qué). Si no te gusta el romance, sencillamente no lo veas, mucho menos el de este señor que escribe de memoria y que le entrega sus páginas a directores que conocen sus parámetros. Dicha esta introducción, hablaré de Safe Haven (Un Lugar Secreto). 


Cuenta la historia de una joven (Julianne Hough) que huye de su pasado y llega a un pueblo "ensoñador". Allí conoce a un apuesto viudo (Josh Duhamel), quien le ofrece una vida nueva. Vale decir la verdad. Primero, que no hay nada nuevo ni original, y segundo, que -como de costumbre- en este tipo de historias no hay gente fea. Los protagonistas son lindos y la chica desfila pantalones cortos a lo largo de todo el metraje. El planteamiento, que introduce pinceladas de suspenso, no sorprende. Solo cumple con el objetivo y les ofrece a los amantes del género lo que necesitan. Previsible, cierto, pero también con un toque mágico al final, que para mí es lo mejor que posee. 


Lo admito: este tipo de propuestas, por una u otra razón, me gustan. Sin ser una obra maestra y con su guion lleno de fallas, Safe Haven me hizo pasar un rato agradable, a sabiendas -claro- de que se trata de algo poco exigente. Seamos sinceros, ¿a quién no le gusta vivir el romance en sitios fascinantes? Además Duhamel es el colirio perfecto para los ojos femeninos. Qué lástima que haya tardado 60 minutos en besar a la muchacha y una hora con 10 en llevarla a la cama. A propósito, debo felicitar a Sparks, pues ya cambió la escena del beso bajo la lluvia o bajo una regadera (recordemos a Zac Efron y a Taylor Schilling en The Lucky One). Lo que sí percibí fue una copia exacta del paseo en canoa que tienen Ryan Gosling y Rachel McAdams en The Notebook, pero bueno... será que es legal plagiarse él mismo. La recomiendo a los que aprecian el encanto característico del escritor estadounidense, a los que siguen la siempre correcta dirección de Lasse Hallström y a los que han vivido placenteras segundas oportunidades como yo. La verdad, la verdad, esperaba mucho menos. No me arrepiento. 



Puntuación: 3 de 5