Interstellar te arrastra en el tiempo


En reiteradas ocasiones, cuando estaban promocionando la película, Matthew McConaughey dijo algo interesantísimo: "En cine, lo importante es la emoción". ¡Vaya análisis! Nada más cierto y completamente comprobable al ver Interstellar. Tenía esta película en cola, nunca la pude apreciar en el cine. "En bluray está bien", pensé. ¡No. ¡Qué error tan grave! Es que esta cinta había que verla en la gran pantalla, en 3D y sin cotufas para no distraerme ni siquiera masticando. Soy sincera, no entiendo la jerga científica, que es abusiva aquí, pero comparto el pensamiento de mi amigo -cada vez más flaco y afónico-, porque sí, capté la historia y se me quedó adentro, tal cual como si hubiese entrado por uno de esos "agujeros de gusanos" del espacio sideral del que tanto hablan durante el metraje. 


Les explico: La Tierra está llegando a su fin. No hay posibilidades de sobrevivir; no hay tecnología, no hay electricidad, no hay comida. Tanto así, que volvieron a la agricultura y hasta eso es una odisea. De ahí que un grupo de exploradores de la Nasa, liderado por el piloto Cooper (McConaughey) y la científica Amelia (Anne Hathaway), se embarca en la que puede ser la misión más importante de la historia de la humanidad: huir de la galaxia por un agujero oscuro con el propósito de descubrir si hay futuro para la raza en otros planetas. 


El filme, escrito y dirigido por Christopher Nolan, lanza un brutal ataque a nuestras emociones y a nuestro intelecto. No se sorprendan si tienen que pausar para googlear algunos términos. Presenta ideas complejas sobre la gravedad, la materia, el tiempo, la relatividad, la física cuántica y la ciencia en general. Sin embargo, y fue lo que más me gustó, hay un melodrama familiar súper cargado, el cual nos mueve las fibras de vez en cuando, aunque sin ser lo suficientemente cursi. Jessica Chastain está tan correcta como siempre y da ese toque de sentimentalismo, que hace juego con las grandiosas actuaciones de la dupla principal. 


Y si a eso le sumamos la grata presencia de actores como Matt Damon y Michael Caine, la estremecedora banda sonora y los alucinantes efectos visuales, entonces estamos ante una entrega casi perfecta. De hecho, la mayoría de la crítica coincide en que esta es la película más redonda de Nolan. Él explora con infinita habilidad los detalles más profundos del corazón del hombre dentro de un universo paralelo en el que el tiempo se convierte en la clave y en el elemento más importante de una obra estimulantemente enredada y satisfactoria en igual proporción. 

Puntuación 5 de 5


 A veces se torna un poco pomposa, lenta y hasta prepotente. Pero aún así Interstellar está en un puesto muy alto del género. Nolan explora detalles jamás vistos en este tipo de cine. Sencillamente alucinante


Para amar no importa la edad


Me encanta el cine español. Siempre ando a la caza de nuevos títulos de esa industria y pocas veces me defrauda. En esta oportunidad encontré la película Perdona si te Llamo Amor, adaptación del libro del mismo nombre escrito por el italiano Federico Moccia. Cuenta la historia de Álex, un ejecutivo publicitario de 37 años atractivo, inteligente y brillante. Él ansía conseguir la estabilidad emocional. Sin embargo, su mundo se derrumba cuando su novia rechaza su propuesta de matrimonio. Incapaz de asumir el golpe, parece que su idílica vida comienza a desmoronarse. Pero precisamente en ese momento irrumpe en su camino y sin previo aviso Niki, una estudiante de 17 años que no solo consigue seducir y enamorar a Álex, sino que logra dar un giro total a su cotidianidad. La premisa me llamó la atención desde el primer momento, así como las actuaciones. 


El romanticismo al que nos tiene acostumbrado Moccia (A tres Metros sobre el Cielo) gana en esta versión de España (la cinta también se rodó en Italia en 2008) y todo es gracias a unos eficientes protagonistas, cuya química desborda la pantalla. El personaje de Niki va ganando simpatía a medida que avanza el argumento. El guion camina tranquilamente, rodeado de escenarios comunes más que vistos y aún así se puede disfrutar sin ningún problema. Claro que no se trata de una obra maestra ni mucho menos. 


Lo que sí me gustó es la forma como plantean el amor entre los personajes, dejando a un lado los prejuicios sociales que suponen un delito para un hombre adulto tener una relación sentimental tan llena de pasión con una adolescente. Incluso sus amigos aceptan la situación con una que otra broma. Y son estos últimos quienes le ponen el toque cómico al filme. En definitiva, no creo que Moccia le haga daño al cine o a la literatura, simplemente es una manera de entender la vida y las distintas formas de amar. Aunque a decir verdad, un poco de realismo no le hubiera venido nada mal para lograr una película mucho más sólida, contundente y hasta polémica. Pero bueno... no son sus pretensiones tampoco. Pueden verla en pareja, si lo prefieren, y solo si son amantes del género. ¡Hasta la próxima!


Valoración: 3 de 5


Moccia nos tiene acostumbrados a un romanticismo que no todos toleran y aún así esta versión española cobra vida propia gracias a sus protagonistas


Si no fuera por Liam Neeson


Hace cinco años el director Pierre Morel nos entregó una película que, además de ser un boom en la taquilla mundial, dejó a la mayoría gratamente sorprendido. Taken (Búsqueda Implacable) contaba la historia de Bryan Mills (Liam Neeson), un agente especial jubilado, quien se ve obligado a utilizar sus técnicas letales cuando su hija Kim (Maggie Grace) es secuestrada en París por una organización criminal. Vemos a este actor como un verdadero héroe de carne y hueso; un padre que todas quisiéramos tener, pues hace lo imposible por salvar a la chica. La película, en general, tuvo críticas positivas. Y los medios especializados le dieron puntuaciones altas. En primer lugar tenía a un histrión de carácter como protagonista. Neeson lo hizo perfecto y eso valió la pena; y en segundo lugar contó con una dirección aguerrida y un buen equilibrio entre la espectacularidad de las escenas de acción y la credibilidad de la trama. Luego, en 2012, regresaron con la segunda parte. Esta vez dirigida por Olivier Megaton, a quien no le fue mal. Allí nos mostraron la venganza de toda la gente que Bryan aniquiló en la primera entrega para proteger a su niña. Tuvo buena recepción también. 


Pero es lamentable decir que con la tercera no lograron lo mismo. A mi parecer, no había necesidad de una última (a Dios gracias) película. Fue un fracaso, no solo porque no logró recaudar -ni de cerca- la cifra de las dos primeras, sino porque es muy presumible. Tal vez quisieron sacarle provecho a la franquicia y ver si volvían a ganar unos cuantos dolaritos. Qué lástima que no haya resultado. La vida tranquila de Bryan Mills se ve inesperadamente truncada tras el brutal asesinato de su exmujer. Entonces es acusado y obligado a huir de la persecución de la CIA. Lo único bueno sigue siendo esa inagotable carisma de Neeson como estrella de acción (y aquí abro un paréntesis para decir que esas escenas son sumamente exageradas). Pero en conclusión, Taken 3 es la más floja de la trilogía. Difícilmente creo que sobreviva en la mente de los fans, de hecho, ni siquiera en la cartelera del cine se quedó mucho tiempo. Ideal para verla únicamente en la comodidad de tu hogar. Mi puntuación es solo para la actuación de Liam Neeson. Si no fuera por él... ¡Hasta la próxima! 


Valoración: 2 de 5

Creo que Taken 3 es tan rutinaria como innecesaria. En definitiva Liam Neeson es lo mejor que tiene esta entrega, al menos tenemos que agradecerle a él su siempre impecable actuación. 

Whiplash está perfectamente ejecutada


En el cine hay géneros y subgéneros. Entre estos últimos está el de música, que son películas dedicadas a algún talento en particular. Sus protagonistas, por lo general, tocan un instrumento o son cantantes. No hay demasiadas entregas de este tipo en la gran pantalla, pero es grato saber que -de vez en cuando- nos premian con cintas como Whiplash. Estuvo nominada a Mejor Película en la reciente edición de los Premios Oscar, además figuró en otras categorías como: Mejor Guion Adaptado, Mejor Montaje, Mejor Sonido y Mejor Actor de Reparto para JK Simmons, quien resultó el indiscutible ganador. Y aquí me voy a detener un momento. Resulta que Whiplash es lo que es gracias a este histrión desbordado de talento y carácter. Es increíble lo que Simmons nos proyecta. Si alguien llega y me cuenta la historia, yo pudiera pensar que es algo ya visto. Sin embargo, el reparto tiene un extraño encanto que arrastra al espectador hasta la más profunda emoción. Y ni hablar del protagonista (Miles Teller), una promesa del nuevo cine, sin ninguna duda. 


En Whiplash encontramos una dupla perfecta, algo muy difícil de conseguir últimamente. Ambos actores van mano a mano en un potente drama sobre un joven y ambicioso baterista y su abusivo maestro. Les cuento mejor: el objetivo de Andrew Neiman (Teller) es triunfar en el elitista Conservatorio de Música de la Costa Este en el que estudia. Marcado por el fracaso de la carrera literaria de su padre, Andrew alberga sueños de grandeza. Terence Fletcher (Simmons), un profesor conocido tanto por su talento como por sus rigurosos métodos de enseñanza, dirige el mejor conjunto de jazz del instituto. Cuando Fletcher elige a Andrew para formar parte del conjunto musical cambia para siempre la vida del joven. Este es, definitivamente, un filme imperdible: planos perfectos, sonido impecable, interpretaciones que asombran… Todo perfectamente ejecutado en medio de un juego de manipulación difícil de asimilar. 



Valoración: 5 de 5


El filme no suelta al espectador desde su embriagadora primera escena hasta el impactante desenlace