Intensa-mente me llevó a un gran viaje


No me asombró cuando vi que Intensa-mente (Inside Out) tenía una puntuación de 8.0 en la página medidora de cine, Filmaffinity. El Padrino (1972) cuenta con nueve puntos en ese mismo portal; lo que quiere decir que estamos ante una joya, una obra maestra animada de colores y emociones, con la grandísima capacidad de sacarte las más sublimes de las lágrimas. Riley es una chica que disfruta -o padece- toda clase de sentimientos. Aunque su vida ha estado marcada por Alegría, también se ve afectada por otro tipo de emociones. Lo que ella no entiende muy bien es por qué motivo tiene que existir Tristeza en su vida. Por eso una serie de acontecimientos hacen que Alegría y Tristeza se mezclen en una peligrosa aventura que da un vuelco a todo su mundo. Esa es la historia central, pero luego vemos cómo la trama va mostrando ciertos matices con una inteligencia increíble. Presentan con destreza un tema sumamente complejo, haciéndolo atractivo tanto para los padres como para los pequeños, quienes pueden llegar a entenderlo con total facilidad.


Viendo Intensa-mente recordé cuánto me costó seguir cintas como Inception, la cual tuvo que recurrir a recónditos rincones del más complicado sueño para poder explicarnos los niveles en los que se desarrolla. Entonces le agradecí tanto a Michael Giacchino (director) por habernos entregado esta belleza sin mucho recoveco. Esta entrega existe para hacernos feliz y para saber que vale la pena existir, que vale la pena el cine. 


Es una película densa y conceptual que nos alegra el día. La lluvia de ideas y de ingenio, de guiños y de gags que llaman a la reflexión sobre todo lo que ocurre en nuestra mente es apabullante. Además su ritmo constante nos lleva de la mano a un espacio lleno de sorpresas jamás imaginadas. ¿Por qué lloré? Porque me dio un paseo por mi infancia, por el hogar donde viví con mis padres... Porque me recordó las incertidumbres de mi adolescencia y porque al final caí en cuenta que la melancolía es necesaria y una gran maestra que forja mi carácter y me hace seguir adelante todos los días. Inside Out es una delicia en todo sentido. No te la pierdas, por favor. Dato: Está en la lista de las preseleccionadas para el renglón de Mejor Película Animada en los Oscar 2016. 



Puntuación 5 de 5

Terror británico original


Londres. Una fría noche invernal, Kate va a tomar el metro y, mientras espera en un banco del andén, se queda dormida. Cuando se despierta, se da cuenta de que todo el mundo ha desaparecido. La estación la cerraron y ella es la única adentro (y encerrada). Presa del pánico, intenta salir, pero no halla por dónde. De pronto, llega un tren completamente vacío, y ella sube. El convoy se detiene en mitad del túnel y su vagón queda a oscuras. A partir de ahí a la chica le esperan sucesos que pondrán a prueba su cordura. Esta es la sinopsis de Creep, una cinta de terror que estrenaron en 2004 en Reino Unido. Hablo de ella a propósito de que este es el fin de semana "más terrorífico del año", en el que comienzan a desempolvar los títulos de este estilo. Sin embargo, no quise nombrar las clásicas, sino una que -para variar- mantuvo a la crítica dividida en su tiempo. Su premisa me parece muy original y creativa. Lástima que en el camino se desinfla bastante. Lo bueno es que Christopher Smith (director) nos regala un final tan pero tan espectacular que solo con él la entrega eleva sus puntos considerablemente. Sin su desenlace todavía yo estuviera lamentando el tiempo que invertí viéndola; que bien que no lo perdí. 


Tiene mucho gore(innecesario para mi gusto) y gritos de más, y aún así es completamente disfrutable, sobre todo por el hecho de que su atmósfera nos envuelve de manera que nos involucramos de lleno con la protagonista. La acertada Franka Potente me dejó una grata impresión, a pesar de que es la primera vez que la veo. Al igual que ella, me sentía agobiada, atrapada... imaginando qué haría en una situación similar. "Me moriría del miedo", pensaba. En mi opinión, la trama tiene un argumento con mucha imaginación y muy bien contado, el cual te engancha en ciertos momentos (en otros no tanto). ¿Que hay películas de terror mejores? Sí. ¿Que el guion tiene huecos? También. Solo que la angustia que produce y la originalidad que presume hace que la veas de principio a fin. Y es ahí, en el cierre, cuando sonríes por haberte quedado. Así que no dudo en recomendarla, sobre todo a quienes coleccionan todo lo que tenga que ver con este género. Búscala, disfrútala y más nada.

Puntuación: 2.5 de 5 





Escalar el Everest, ¿Por qué?



Esta semana tuve el placer de ver Everest, del director Baltasar Kormákur, que está basada en los hechos que acontecieron en 1996, cuando dos expediciones se enfrentaron a la peor tormenta de nieve mientras intentaban escalar la llamada "cima del mundo". Quedé perpleja desde el inicio, no solo por la cantidad detalles que nos ofrecen, sino también por el aspecto visual, el cual es soberbio y nos traslada hábilmente al Himalaya. Le doy 20 puntos a la impresionante fotografía (con toda seguridad, esto es lo mejor del filme). Hermosísima la montaña azul, inmensa, aterradora... La luz del día y los planos que enseñan las madrugadas. Todo está filmado con total cuidado y perfección. Luego está la trama. La película nos va introduciendo poco a poco en el clima que reinaba entonces en el monte Everest. 


Rob Hall (Jason Clark) es uno de los líderes de una empresa que se dedica a subir a otros montañeros por un "módico" precio de 60 mil dólares. Junto a él está Scott Fischer (Jake Gyllenhaal), quien rápidamente formó su propio negocio con el mismo propósito. Tengo que admitir que yo no sabía que estas “excursiones” las preparaban para cualquier aficionado que se considera "en forma", y me llamó la atención el hecho de que casi todos estos turistas sean cincuentones, lo que aumenta las probabilidades de regresar muertos. Y eso es lo bueno de Kormákur, que nos regala un relato creíble, humano y realista; una especie de material didáctico para quienes jamás haremos tal hazaña. 


Al igual que a los personajes, nos van aclimatando y preparando para saber si es posible alcanzar la meta. Aquí la subida hasta la cumbre se exhibe como un paseo, a veces a cuatro patas, pero sin prácticamente escalada de paredes o estrepitosas caídas. Tampoco hay mayor uso de los efectos especiales. Con lo que realmente lidia esta gente es con la falta de oxígeno a más de ocho mil metros de altura y con su propio estado de salud. Eso me asombró. Lo único malo es que hay muchos actores y poco se profundiza en sus desarrollos. En ocasiones hasta tienes que hacer un esfuerzo para saber quién es quién en medio de la nieve. Pero, por otro lado, me gustó la participación de Jason Clarke, Josh Brolin y Emily Watson (BRUTAL). Y -por supuesto- no puedo obviar la actuación de Keira Knightley, quien le pone la fresa al pastel con una de las escenas más desgarradoras. En definitiva, Everest es súper recomendable; una entrega interesantísima, desmitificadora y dramática, capaz de acercarnos un poquito al alpinismo que se realiza en esta imponente montaña y dejarnos una interrogante: ¿Por qué lo hacen?


Valoración: 4 de 5

Todo es grande, gigante e inverosímil


No entiendo por qué la gente se enrolla. El cine, como casi todo en las artes, es subjetivo. Me costó, pero finalmente aprendí hace poco que cuando tenga que hablar de alguna película debo evitar la frase "es mala". De repente para mí lo fue, pero a otra persona le pareció la maravilla del siglo. San Andreas, dirigida por Brad Peyton (Journey 2: The Mysterious Island), entra en ese saco donde se mezclan miles de opiniones. Por ejemplo, para The Wrap esta cinta es "una chorrada"; mientras que para el San Francisco Chronicle se trata de una entrega "más impresionante que otra cosa". 


A mí sinceramente me entretuvo. No es la mejor que se ha hecho para la gran pantalla, pero si una producción tiene la capacidad de divertirte y hacer que pases un buen rato mientras te comes las cotufas, ya ganó. Si, por el contrario, te dan ganas de abandonar la sala, entonces ese guion jamás debió rodarse. Sin embargo, San Andreas (o Terremoto, como también se le conoce) tiene un punto a favor, y es que logra inyectar algo de acción a todos los públicos. El director se encargó de poner patas arriba toda San Francisco, algo que me gustó. Sus efectos son bastante aceptables. Aunque no sé si la lógica de la gravedad está aplicada completamente en sus secuencias. Ver cómo caen los edificios y se parte la tierra en mil pedazos es todo un espectáculo típico digno del cine palomero y dominguero. 


¿Cuál es su parte negativa? Que es demasiado predecible. Desde el comienzo ya sabes qué va a pasar con la historia de cada uno de los personajes involucrados. No hay profundidad ni mucho argumento. Además el drama familiar está tan trillado como gastado. Dwayne Johnson (mejor conocido como La Roca) es un piloto de helicóptero de búsqueda y rescate, quien deja de ser el héroe público para convertirse en el salvador de su exesposa (Carla Gugino) y su hija (Alexandra Daddario). No está mal, yo diría que está en modo "automático". Así que no nos enredemos... Este filme entretiene lo suficiente, solo que -lamentablemente- no será una referencia del género. Durante unos escasos minutos recordarás su puesta en escena, en la que todo es grande, gigante, melodramático y -en extremo- inverosímil. Nada más



Puntuación: 2 de 3

Pixels sería mejor sin Adam Sandler


Los que ya me conocen saben que -desde que comencé a escribir esta columna en 2010- Adam Sandler no es santo de mi devoción. Si puedo sacarle el cuerpo a alguna de sus películas lo hago. No me parece un actor con gracia, pero bueno... Lo que quería decirles es que no pude evitar ver la producción de Columbia Pictures, Pixels, una cinta que narra cómo los extraterrestres malinterpretan las imágenes de los juegos de video de los años 80 y se disponen a declararle la guerra a los humanos en la Tierra. Tengo que confesar que, pese al protagonista, me agradó lo que encontré. No es la mejor entrega del año (muy lejos está), y aún así regala 105 minutos de entretenimiento fácil de digerir hasta para los que no están familiarizados con las llamadas "maquinitas" de hace 30 años. Aquí queda demostrado el talento de Chris Columbus para el cine destinado al público infantil. 


La narración es ágil y sencilla, sin descuidar los requerimientos que algunos adultos siempre agradecen (chistes en doble sentido, entre otras cosas). Me gustaron ciertos personajes que despiertan simpatía, como los interpretados por Kevin James y Josh Gad. Me reí bastante, y eso me tenía a mí misma totalmente sorprendida. Con respecto a las secuencias de acción, unas tienen un poco de ingenio y otras no tanto. Creo que no es la parte fuerte del filme, pues resulta algo tosca. Y la trama tampoco es la más interesante, salvo ese homenaje que le hacen con mucho cariño a la vida ochentera. Yo hubiese preferido que no se alargara tanto (con 90 minutos Pixels estaría más que bien). Y por otro lado, ¡adivinen! En lugar de Sandler podía haber estado otro histrión. Él apenas parece capaz de hacer acopio de fuerzas para llevar una escena. Hace nuevamente el típico papel del hombre infantil que, de alguna manera, enamora a la chica más guapa. En fin, una entrega no tan desacertada, pero que solo puede verse una vez, reírse un rato y luego continuar sin pensar en ella.



Nota: Me gustaron ciertos personajes que despiertan simpatía, como los interpretados por Kevin James y Josh Gad. Me reí bastante, y eso me tenía a mí misma totalmente sorprendida


Puntuación: 2 de 5

Bradley Cooper, Bill Murray y mucha decepción



Bajo el Mismo Cielo es un nombre un tanto "común", atribuido a una película que se aleja totalmente de lo llamado meramente común. De hecho, me quedaría con el título original (Aloha), aunque -a decir verdad- tampoco es que le cala mucho. Y es que esta cinta, dirigida por Cameron Crowe (el mismo de Un Zoológico en Casa y Elizabethtown) no tiene ni pies ni cabeza. Buscarle un nombre que la defina es tan difícil como entenderla. Estuvo hace poco en la cartelera de la ciudad, y ya se puede encontrar en "los bajos fondos". Así que no me extraña que más de uno de los que me están leyendo la vieron y se llevaron el mismo chasco que yo. En primera instancia la elegí por sus actores: Bradley Cooper, Emma Stone, Rachel McAdams, Bill Murray. El elenco siempre es un motivo de peso. El primero últimamente se ha llevado unos cuantos elogios y es el preferido de la Academia, porque además ha sabido escoger papeles que lo han consagrado como uno de los mejores histriones de Hollywood en la actualidad (nada más recordemos el papel que interpretó en American Sniper. BRUTAL). Y el último ya lo conocemos y sabemos que con casi 40 años de trayectoria es bastante el respeto que se ha ganado dentro del cine. Pero no... nada de eso rescata a esta cinta, la cual transcurre entre fastidiosos diálogos y un compendio de ideas tratando de armar una trama que no tiene absolutamente ningún foco, ningún género. 



Aloha es un completo desastre. Leí hace poco en una crítica que "cojea a partes iguales tanto por su guion como por sus personajes vagamente definidos". Nada más cierto. Trata acerca de un contratista en materia de defensa, quien supervisa el lanzamiento de un satélite desde Hawái junto con una piloto de las Fuerzas Aéreas, de la que comienza a enamorarse. Y, por otro lado, en la isla se reencuentra con el viejo amor de su vida, ahora casada y con dos hijos. ¿No suena interesante, verdad? Pues no, ni un poquito. Esta es la peor película de Crowe, a la cual no salvan ni los paisajes. Si le hubiesen dado protagonismo a la hermosa luz de Hawái, al menos tuviéramos una entrega con una fotografía bonita. Qué mal que solo se hayan enfocado en... En realidad no sé en qué. Aquí hay fantasía inútil, reflexiones incoherentes, bombas (sí, bombas) y mucha decepción.

Puntuación: 1 de 5


Encontrarme al hijo de Clint Eastwood


Las grandes industrias nos prometieron películas que estamos esperando para el último trimestre del año. De hecho, durante esos meses siempre llegan las que aspiran a colarse en los premios de la Academia. Mientras eso ocurre, yo me he topado con unas cuantas sorpresas como The Longest Ride (El Viaje más Largo). Esta cinta es el resultado de otra de las obras de Nicholas Sparks, el escritor de los libros románticos que han sido adaptados al cine casi en su totalidad. Y, aunque en esta oportunidad no se aleja mucho de lo que está acostumbrado a contar, nos regala un amor que viaja del pasado al presente con una muy buena técnica. Transcurre en la hermosa Carolina del Norte, lugar al que le sacan todo el provecho. Sus carreteras, sus campos, sus granjas, sus caballos... Todo eso embellece la pantalla y le otorga un punto a favor al filme dirigido por Geroge Tilman Jr. Allí se desarrolla la relación entre el joven cowboy Luke Collins (un antiguo campeón de rodeo buscando su vuelta a la competición) y Sophia (una estudiante a punto de embarcarse en su sueño de trabajar en el mundo del arte en Nueva York).


Me voy a detener un momento para hablar de los protagonistas, pues tengo que decir que encontrarme con el hijo de Clint Eastwood fue bastante grato. Scott se impone. Su presencia es la de un actor al que no le hace falta esforzarse mucho por transmitir emociones. Es hábil en las escenas con los toros y tierno cuando le toca moverse en el romance. Eso sin contar que es imposible no comparar su agraciado físico con el de su padre. A decir verdad lo disfruté bastante. Y luego está Britt Robertson, con un carisma como pocas en el séptimo arte. 


No tendrán una nominación en los Oscar, pero están justos y acorde con la trama. Para mí lo mejor de El Viaje más Largo es que el relato de conflicto pasional se adereza con otro aún más romántico en flashback, que recuerda el viejo Alan Alda (grandioso). De esa subtrama surge un suave paisaje de amores plenos, de vida rápida, al estilo de aquel de Carl y Ellie en el genial pasaje de Up. En conclusión,  esta es una película intensa y extremadamente agradable, que solo apreciarán los que vayan a ella conscientes de lo que verán. 



Valoración: 4 de 5

Las grandes familias son así...


Cuánto disfruto el cine español. Hay quienes dicen que los actores tienen "una papa en la boca", pero hasta eso me gusta. Me encanta como hablan, me fascinan sus expresiones y también me sorprende la creatividad al momento de emprender un proyecto cinematográfico, incluyendo el guion. Todo eso lo tiene La Gran Familia Española, una película que se encuentra entre las 10 más vistas de la historia de España. Además tuvo 11 nominaciones en los Premios Goya de este año, resultando ganadora en dos categorías (Mejor Actor de Reparto para Roberto Álamo y Mejor Canción Original por Do you really want to be in love? de Josh Rouse). La trama comienza contando la historia de un matrimonio que inició su relación inspirándose en la vieja cinta Siete Novias para Siete Hermanos, y a partir de ahí ocurren cientos de situaciones entre la generación que se desprende. Durante la final del mundial de fútbol de Sudáfrica se celebra una boda. Ese día España entera se paraliza, pero una familia con cinco hijos de nombres bíblicos se enfrenta también al partido más importante de su vida. 


Aquí encontramos una obra tan fácil de digerir, tan absolutamente despojada de prejuicios, que se convierte en el mejor ejemplo de una entrega sin ningún tipo de complejos. La Gran Familia Española se arriesga en mostrar el lado más brillante, imperfecto y emocionante de las relaciones humanas y el resultado es un filme completo y encantador. Muestra elementos de la comedia tradicional y el melodrama, aunque no te llena de lagrimeos ni te hace reír a carcajadas. Creo que todo está en justa proporción, tal vez por el tono que le dan los personajes, porque las actuaciones TODAS están sencillamente increíbles. Es divertida, inteligente y tiene mucha pero mucha personalidad. Daniel Sánchez Arévalo (director) merece el aplauso por crear algo alejado de lo convencional, cuyo fuerte es la hábil manera de presentar diálogos frescos y perfectamente hilvanados, junto con la estupenda recopilación interpretativa. Y lo mejor, sin duda, es el final que te hace pensar: "¿Cuántos secretos así habrán en mi familia?. Recomendada. 



Valoración: 5 de 5

¡Los Minions se lo merecían!


Todavía estamos en vacaciones, y -de repente- quedan niños que aún no han visto una de las películas animadas más esperadas de este año. Entonces no hay tiempo qué perder. Si tú eres padre y estás leyendo esta columna; levántate, agarra a tu hijo y corre hacia la sala de cine que tengas más cerca. Los Minions están en cartelera y siguen con ese talento tan natural para sacarte carcajadas. Es que no hay otra palabra. No es una "sonrisita", no es un poco de humor, no... Ellos son capaces de hacer que tú pierdas la vergüenza y grites de la risa. Te harán sacar lo más alegre que hay dentro de tí (seas adulto o pequeño), no importa la edad. Como dice Jordi Costa en su columna publicada en el diario El País, "No estamos ante la ambición del mejor Pixar, pero sí ante una manera de entender la comedia animada que suministra placer a granel y que transforma hora y media de metraje en gozoso suspiro". Y es que esta vez los Minions no tienen protagonista que los pudiera opacar, sino que son los reyes absolutos de la historia (algo que se veía venir desde que aparecieron por primera vez en Despicable Me). 



El público ve como sus inicios se remontan al principio de los tiempos. Empezaron siendo organismos amarillos unicelulares que evolucionaron a través del tiempo, poniéndose siempre al servicio de los amos más despreciables. Ante su incapacidad para mantener a esos amos -desde el T. Rex a Napoleón-, estos personajes acaban encontrándose solos y caen en una profunda depresión. Sin embargo, uno de ellos, llamado Kevin, tiene un plan. Acompañado por el rebelde Stuart y el adorable Bob, emprende un emocionante viaje para conseguir una jefa a quien servir, y se consigue a la terrible Scarlet Overkill. Pasarán de la helada Antártida, a la ciudad de Nueva York en los años 60, para acabar en el Londres de la misma época, donde deberán enfrentarse al mayor reto hasta la fecha: salvar a la raza Minions de la aniquilación. Es cierto que hay algunos aspectos no muy claros dentro del guion, pero vamos a ser sinceros: ¿quién se fija en el guion cuando está frente a una película tan divertida? Los grandes villanos aquí aportan un punto favorable y el filme se vuelve sumamente irresistible. Así que no hay más nada qué decir. Ya no queda ninguna duda. Los Minions son dignos de ese spin-off. Se lo merecían desde el preciso instante en que debutaron en el cine.

Valoración: 4 de 5

Focus es un "milagro divino y evolutivo"


No es mucho el material cinematográfico que ha salido en lo que va de 2015. Tenemos que esperar los últimos meses del año, a ver si -cercana la próxima temporada de premiaciones- Hollywood se pone las pilas y comienza a lanzar más calidad. Aun así, todavía hay películas rescatables dentro de tan poco qué ver. Focus, protagonizada por Will Smith y  Margot Robbie (la misma rubia despampanante de El Lobo de Wall Street), es una entrega traviesa, divertida y un poco, solo un poco, romántica. Considero que tiene varios puntos a favor (como las actuaciones, el ritmo y el montaje), lo que hace que se convierta en una de esas cintas que funcionan bastante bien. Un veterano estafador (Smith) acoge a una bella joven (Robbie) bajo su protectorado, pero las cosas se complican cuando ambos comienzan una relación. 


Esa es básicamente la trama central, la cual tiene un arranque muy seductor. Luego decae, para llevarnos a un final inesperado y complaciente. Lo que más me gustó de Focus es que la industria del cine estadounidense, y los directores Glenn Ficarra y John Requa, hayan consentido en unir a esta dupla. Will Smith y Margot Robbie concentran tanta carisma en pantalla, que es fácil maravillarse. En The New York Times lo definieron como un "milagro divino y evolutivo". Además, ambos derrochan una especie de sensualidad genuina. Se nota en cada una de las escenas y en las tomas en la que el cuerpo del recordado príncipe del rap son las más descaradas e intencionales distracciones. 


Pero más allá de eso, estamos ante un filme enormemente ágil y elegante. No es que tenga mucho de innovador, pero -aun con sus desniveles- llega a ser un entretenimiento más que digno. Una buena opción para disfrutar, eso sí, una sola vez. Le critico el hecho de que nunca defina con solvencia su género y que sea algo superficial (siempre sientes que por fuera luce mejor de lo que es por dentro). Sin embargo, no nos pongamos exigentes. Aquí están dos estrellas que actúan como quieren y que complacen tanto al público femenino como al masculino. ¡Recomendada!

VALORACIÓN: 3 DE 4



¡Jurassic World eriza la piel!


Llegamos al cine con las expectativas por las nubes. Nos ponemos los lentes para apreciar el 3D. Comienza Jurassic World y listo. Quedamos totalmente desconectados del mundo real... Ni siquiera miramos el celular durante 124 minutos. La cuarta entrega de la saga Jurassic Park es efectivísima. Cumple su propósito y entretiene de principio a fin, comprobando lo que sus creadores imaginaron al momento de armar el proyecto: "los fanáticos son fieles y no importa que haya pasado más de dos décadas. Ahí estarán". No se equivocaron. Se trata de una continuación tardía pero emocionante, tanto, que -en su momento- devoró la taquilla y cautivó a los amantes de los blockbuster en general. Yo me atrevería a decir que esta es la mejor de las secuelas. No se iguala con la primera dirigida por Steven Spielberg, pero se le acerca bastante. De hecho su puesta en escena es exageradamente brillante y por lo tanto podemos llegar a pensar que Colin Trevorrow le hizo bastante caso a las recomendaciones de su productor ejecutivo (Spielberg).


En esta ocasión el sueño que tenía Hammond se ha hecho realidad. Vemos el parque abierto en todo su esplendor: atracciones, restaurantes, espectáculos... Todo funciona con la última tecnología. Niños asombrados, familias felices. Lo malo es que pronto esa alegría se convierte en terror, cuando un dinosaurio modificado genéticamente se escapa de su jaula con ganas de tragarse lo que se le atraviese. Chris Pratt protagoniza esta entrega y, la verdad, es que se gana el corazón del público. Tiene carisma, gracia y se mueve perfectamente en el género, complementando los toques cómicos insertados de manera demasiado inteligente en ciertas hojas del guion. 


Y por otro lado tiene una gran química con Bryce Dallas Howard, quien también hace lo suyo como la "chica bonita e importante" de la trama. Sin embargo, creo que lo más destacable aquí es el homenaje que se le hace a Jurassic Park. Se nota que la cinta está hecha por gente que ama la saga. Agregaron guiños al pasado que a cualquiera le saca una sonrisa. Una de las partes más especiales de Jurassic World es cuando -SPOILER- nos muestran el centro de visitantes de la primera película. Y ni qué hablar de la banda sonora, la cual se escucha cuando los niños van entrando al complejo. ¡Eriza la piel! En conclusión: emoción, suspenso, humor, sangre, romance, momentos nostálgicos, efectos especiales y un ritmo que va a toda velocidad. ¡Esta obra está de lujo. No dejes de verla!

Valoración: 5 de 5



La vida es de oportunidades, y esas no vuelven...



"Love, Rosie" llegó a Latinoamérica con el nombre de "Los Imprevistos del Amor". A simple vista pareciera ser una comedia romántica más, pero cuando le prestas atención te das cuenta de que está muy por encima de la media y que -mejor aún- es una extrañeza agradable del cine moderno. La película del director Christian Ditter (conocido mayormente por crear series de televisión) está hecha para entretener al público adolescente. Sin embargo, en el transcurrir de la trama muestran temas que perfectamente acepta un adulto y hasta los comprende. Rosie (Lily Collins) y Alex (Sam Claflin) son amigos desde la infancia. De ahí que los espectadores, no solo adivinamos, sino que sabemos desde el principio que bien podría haber algo más entre ellos, de no ser por esa "enorme amistad" que ninguno de los dos quiere perder. Junto con nosotros, los chicos crecen y tienen sus primeras experiencias sexuales, se gradúan y hacen planes. Pero estos últimos se ven estropeados por un "pequeño incidente"


Dos cosas me llamaron la atención en esta obra, primero, la manera cómo el cineasta maneja el tiempo; y segundo, la actuación de la dupla principal. La joven protagonista, a quien ya vimos en Espejito Espeijto, carga la cinta sobre sus hombros y sale airosa. Demuestra ser más que una cara bonita. Llora, ríe y transmite emociones durante 102 minutos. Por otro lado está Claflin, conocido por la saga Los Juegos del Hambre. Él nos aporta ese toque sensual y picarón, y nos hace reflexionar acerca de las bendiciones que te presenta la vida y que, a veces,  dejas pasar.


Entonces nos preguntamos, ¿pueden las oportunidades llegar dos veces? En realidad se trata de un filme que deja buen sabor de boca. No escapa de algunos, muy poquitos, clichés. Pero hay autenticidad en su forma y en su fondo. Los diálogos son ingeniosos y se siente que complementan la historia. Agradecí el hecho de que no incluyeran chistes forzados, de esos que estamos tan acostumbrados a oír en este tipo de género. Además, hay que destacar el animado diseño visual y, por supuesto, la atractiva química entre Lily y Sam. Yo no me arrepiento de verla. Me hizo regresar a esa etapa incial que ya hasta había olvidado. Y, una vez más, analicé mi corto recorrido por la vida y el amor. Las oportunidades definitivamente no vuelven...


Trailer




Interstellar te arrastra en el tiempo


En reiteradas ocasiones, cuando estaban promocionando la película, Matthew McConaughey dijo algo interesantísimo: "En cine, lo importante es la emoción". ¡Vaya análisis! Nada más cierto y completamente comprobable al ver Interstellar. Tenía esta película en cola, nunca la pude apreciar en el cine. "En bluray está bien", pensé. ¡No. ¡Qué error tan grave! Es que esta cinta había que verla en la gran pantalla, en 3D y sin cotufas para no distraerme ni siquiera masticando. Soy sincera, no entiendo la jerga científica, que es abusiva aquí, pero comparto el pensamiento de mi amigo -cada vez más flaco y afónico-, porque sí, capté la historia y se me quedó adentro, tal cual como si hubiese entrado por uno de esos "agujeros de gusanos" del espacio sideral del que tanto hablan durante el metraje. 


Les explico: La Tierra está llegando a su fin. No hay posibilidades de sobrevivir; no hay tecnología, no hay electricidad, no hay comida. Tanto así, que volvieron a la agricultura y hasta eso es una odisea. De ahí que un grupo de exploradores de la Nasa, liderado por el piloto Cooper (McConaughey) y la científica Amelia (Anne Hathaway), se embarca en la que puede ser la misión más importante de la historia de la humanidad: huir de la galaxia por un agujero oscuro con el propósito de descubrir si hay futuro para la raza en otros planetas. 


El filme, escrito y dirigido por Christopher Nolan, lanza un brutal ataque a nuestras emociones y a nuestro intelecto. No se sorprendan si tienen que pausar para googlear algunos términos. Presenta ideas complejas sobre la gravedad, la materia, el tiempo, la relatividad, la física cuántica y la ciencia en general. Sin embargo, y fue lo que más me gustó, hay un melodrama familiar súper cargado, el cual nos mueve las fibras de vez en cuando, aunque sin ser lo suficientemente cursi. Jessica Chastain está tan correcta como siempre y da ese toque de sentimentalismo, que hace juego con las grandiosas actuaciones de la dupla principal. 


Y si a eso le sumamos la grata presencia de actores como Matt Damon y Michael Caine, la estremecedora banda sonora y los alucinantes efectos visuales, entonces estamos ante una entrega casi perfecta. De hecho, la mayoría de la crítica coincide en que esta es la película más redonda de Nolan. Él explora con infinita habilidad los detalles más profundos del corazón del hombre dentro de un universo paralelo en el que el tiempo se convierte en la clave y en el elemento más importante de una obra estimulantemente enredada y satisfactoria en igual proporción. 

Puntuación 5 de 5


 A veces se torna un poco pomposa, lenta y hasta prepotente. Pero aún así Interstellar está en un puesto muy alto del género. Nolan explora detalles jamás vistos en este tipo de cine. Sencillamente alucinante


Para amar no importa la edad


Me encanta el cine español. Siempre ando a la caza de nuevos títulos de esa industria y pocas veces me defrauda. En esta oportunidad encontré la película Perdona si te Llamo Amor, adaptación del libro del mismo nombre escrito por el italiano Federico Moccia. Cuenta la historia de Álex, un ejecutivo publicitario de 37 años atractivo, inteligente y brillante. Él ansía conseguir la estabilidad emocional. Sin embargo, su mundo se derrumba cuando su novia rechaza su propuesta de matrimonio. Incapaz de asumir el golpe, parece que su idílica vida comienza a desmoronarse. Pero precisamente en ese momento irrumpe en su camino y sin previo aviso Niki, una estudiante de 17 años que no solo consigue seducir y enamorar a Álex, sino que logra dar un giro total a su cotidianidad. La premisa me llamó la atención desde el primer momento, así como las actuaciones. 


El romanticismo al que nos tiene acostumbrado Moccia (A tres Metros sobre el Cielo) gana en esta versión de España (la cinta también se rodó en Italia en 2008) y todo es gracias a unos eficientes protagonistas, cuya química desborda la pantalla. El personaje de Niki va ganando simpatía a medida que avanza el argumento. El guion camina tranquilamente, rodeado de escenarios comunes más que vistos y aún así se puede disfrutar sin ningún problema. Claro que no se trata de una obra maestra ni mucho menos. 


Lo que sí me gustó es la forma como plantean el amor entre los personajes, dejando a un lado los prejuicios sociales que suponen un delito para un hombre adulto tener una relación sentimental tan llena de pasión con una adolescente. Incluso sus amigos aceptan la situación con una que otra broma. Y son estos últimos quienes le ponen el toque cómico al filme. En definitiva, no creo que Moccia le haga daño al cine o a la literatura, simplemente es una manera de entender la vida y las distintas formas de amar. Aunque a decir verdad, un poco de realismo no le hubiera venido nada mal para lograr una película mucho más sólida, contundente y hasta polémica. Pero bueno... no son sus pretensiones tampoco. Pueden verla en pareja, si lo prefieren, y solo si son amantes del género. ¡Hasta la próxima!


Valoración: 3 de 5


Moccia nos tiene acostumbrados a un romanticismo que no todos toleran y aún así esta versión española cobra vida propia gracias a sus protagonistas