Romance en tiempos de cáncer


Lamentablemente, este año (2014) ha sido algo flojo en cuanto a cine se refiere. No ha habido una película que me haya impactado, no he tenido la oportunidad de vibrar antes un filme capaz de moverme las fibras como en oportunidades pasadas. No nombro cuáles fueron las entregas que lograron eso, porque sería perder el tiempo y quiero ocuparlo en hablar de una que está bastante cerca. Se trata de Bajo la Misma Estrella (The Fault in Our Stars); que llegó a Venezuela hace ya varios meses, una producción esperada por los fanáticos que leyeron la novela de John Green de la cual fue adaptada y que dejó un muy buen sabor. La historia retrata la vida de dos jóvenes que padecen cáncer. Sin embargo, la trama no toma la enfermedad como protagonista, sino que invierte su fuerza en la presencia de esos personajes tan creíbles como fascinantes. ¿Qué al final sí queda espacio para la lágrima? Así es, no lo voy a negar. Josh Boone (director) no tiene reparos a la hora de explotar la sensibilidad y las emociones, pero aún así Bajo la Misma Estrella sigue siendo muy muy diferente. 


A pesar de que un milagro médico ha conseguido reducir su tumor y darle unos años más de vida, la adolescente Hazel (Shailene Woodley) siempre se ha considerado una enferma terminal. Su percepción de la vida cambia cuando el joven Gus (Ansel Elgort) entra a formar parte del grupo de ayuda para enfermos de cáncer juvenil. Y en ese momento todo se transforma por completo. Aquí tengo que recalcar el hecho de que estos dos actores (que ya estuvieron juntos en Divergente) están de lujo. Ellos se comen la pantalla con sus gestos, con sus miradas, con los diálogos. Viven, aman, sueñan y hacen el amor de manera tan real, que por un momento se te olvida que ambos pueden morir en cualquier momento.


Definitivamente estamos ante un drama romántico inteligente, cálido, divertido y emocionante (como pocos ya vistos); una combinación de adorable sencillez y reflexión, que invita a disfrutar el momento con actitud positiva, aunque el futuro cercano te diga que todo es negativo. Le critico solo que -en ocasiones- es demasiado manipuladora, además según los fanáticos faltó un poco de fidelidad al libro, pero yo no tengo cómo asegurar eso, pues no lo leí. Por lo demás la recomiendo a los amantes del género. Véanla en DVD o Blu-ray y disfruten de un romance en tiempos de cáncer… ¿OK? Ok. 

Valoración: 4 de 5



¡No pido más!




Vengo con una joya, a la cual -desde ya- le doy un 10. Así, sin sorpresas y de antemano para que quede claro. Enough Said (Sobran las Palabras) es una película de 2013 que tenía en mi casa desde hace varios meses. No le había prestado atención hasta que un domingo por la tarde quedé completamente sola y decidí verla con una información: 6.3 en Filmaffinity y una veintena de críticas positivas de la prensa internacional. Lo que pasó ante mis ojos fue maravilloso. Eran Julia Louis-Dreyfus y el fallecido James Gandolfini en lo que sería su última interpretación. Una historia hermosa y muy bien trazada, digna de disfrutar línea por línea, escena por escena. Tenía tiempo sin apreciar una cinta con unos diálogos tan exquisitos. Aquí no sobran las palabras, NO. Aquí está todo perfectamente contado. Presenciamos un amor de los que llegan a las personas en sus ya avanzados años de adultez, esas segundas oportunidades que, a pesar de la "madurez", pueden verse afectadas por los mismos errores de la juventud.


No me gusta perder espacio en la sinopsis, pero es necesario revelarles un poquito: Eva (Louis-Dreyfus) es una madre divorciada que trabaja como masajista y está triste por la partida de su hija a la universidad. Ella tiene un idilio con Albert (Gandolfini), un hombre dulce y divertido que también padece el síndrome del "nido vacío". Sin embargo, todo se complica cuando Eva conoce a la ex del nuevo partido. Enough Said es un filme inteligente, inteligentísimo... Y lo mejor que tiene es su naturalidad. 


Los protagonistas no son los típicos modelos de revistas, son gente normal (gorditos, con arrugas, con defectos), y eso es lo tierno. A Gandolfini provoca abrazarlo (qué lástima que murió en su mejor momento profesional). Él le pone la fresa al pastel, haciendo que la entrega se torne irresistible, sutil, sensible. ¡No pido más! Este es el cine que debería surgir siempre, pues -indie y todo- supera con creces a cualquier comedia romántica reciente. Tal como reseña Empire: "Una encantadora película con un gran corazón y una despedida muy apropiada a un actor muy llorado".



Puntuación: 10 de 10

Nos voltearon la torta


Y nosotros de ingenuos que, cuando somos niños, nos creemos lo primero que nos cuentan. Resulta que hay historias detrás de las historias, y que a veces el malo no es tan malo y que el bueno tiene su rabo de paja. Maléfica es una de las mejores películas de la temporada, con una receptividad increíble y una puesta en escena muy pero muy agradable a la vista. Lo otro que me complace de esta entrega, dirigida por Robert Stromberg (técnico de Avatar) es que ubica a la mujer en el puesto donde todas deberíamos estar. Aplausos para Angelina Jolie al aceptar este papel, que consolida su carrera como una actriz de carácter. 


Está tremendamente grandiosa, firme, imponente, bella... Su registro es asombroso, tanto desde el punto de vista estético como en su interpretación. Su sola presencia llama la atención y atrapa cuando hace esa apoteósica aparición. Su maquillaje es de otro nivel. Las aplicaciones prostáticas de Rick Baker le dan un rostro anguloso, como si en vez de pómulos luciera cuchillas. Asusta, pero apasiona. Es altanera y a la vez simpática... Yo -de verdad- me imaginaba otra cosa, mas nunca pensé que el clásico cuento tomara el rumbo que nos deja a todos con la boca abierta y que al mismo tiempo pareciera gustarnos. 


No hallo cómo hacer para hablarles sin meter por ahí un spoiler. La maldición sobre Aurora -que cuando cumpla 16 se pinchará un dedo con una rueca, y dormirá el sueño eterno, la vemos; así como a las tres hadas (que en esta oportunidad se muestran tontas y torpes) y al padre de la princesa. Maléfica está llena de guiños, aunque la vuelta de tuerca llega en el momento menos esperado. ¿Lo peor? No mucho, solo esa sensación de que seguramente escribieron el guion una y otra vez y por eso la trama vacila un poco. Sin embargo, existe un "LO MEJOR", ¿cuál es? Angelina. Imperdible su entrada a la fiesta de bautismo y la escena en la que carga a Aurora (su hija en la vida real) y le dice "No me gustan los niños", justo ella. ¡LA RECOMIENDO!



Puntuación: 4 de 5

Noé se ahoga en su propia historia



En un mundo asolado por los pecados humanos, Noé, un hombre pacífico que solo desea vivir tranquilo con su familia, recibe una misión divina: construir un Arca para salvar a la creación del inminente diluvio. Todo comienza cuando, cada noche, Noé tiene el mismo sueño: las visiones de muerte provocada por el agua, seguidas de nueva vida en la Tierra. Hasta ahí todo va en sintonía con la historia que aparece en la Biblia, pero de pronto aparecen los muñecos de Transformers. Sí, así como lo leen. Esta película, que llegó con mucha expectativa y buena promoción, no ha dejado tan satisfechos a los teólogos o gente ligada al cristianismo. Sin embargo, yo -que soy cristiana- pudiera hacer un esfuerzo y no caer en pasiones, sino más bien pensar que es simplemente cine. El cine se hizo para entretener y para dejar volar la imaginación. Pues resulta que Darren Aronofsky se dio luz verde él mismo y se permitió realizar un relato llamativo en la parte visual y con ciertas licencias en la parte narrativa. Noé (Noah) tiene buenas actuaciones, especialmente la de Emma Watson (me encantó aquí), y también hace buen uso de la fotografía.


¿Cuál es su problema? No se define. No sabemos si es una película de amor, un drama familiar, un filme de guerra, de desastres naturales o bíblica. En todo caso, el espectador se deja llevar y cuando llega el momento de la inundación ya está enganchado. A Dios gracias, Aronofsky exploró profundamente -aunque no le hizo mucho caso a todo- y desarrolló un cuento atrevido, con un Russell Crowe enfundado en un personaje de gran carácter. Creo que fue un logro visionario, lleno de ideas que pudieron desembocar en un mejor resultado, porque resulta que al salir de la sala al público le hace falta "algo" y no sabe explicar qué es. A mí me pasó. Por otro lado, tampoco guardaron detalles importantes. ¿En serio la esposa de Noé podía usar pantalones en ese tiempo? ¿Y de dónde salieron los cierres de las chaquetas de los muchachos? Un proyecto a gran escala que, a mi parecer, no dio la talla como la mayoría se esperaba.




Valoración: 2 de 5

Me quedo con La Pasión de Cristo


Tenía muchísimas ganas de ver Son of God (Hijo de Dios). Fui al cine con mis amigos de la iglesia, todos dispuestos a refrescarnos la memoria, a recordar ese paso de Jesús por la tierra; sus enseñanzas, sus palabras, sus acciones y su sacrificio… Sin embargo, desde que la película comenzó yo no pude sacarme de la mente la entrega de Mel Gibson. Y, sin querer, caí en comparaciones. Definitivamente ya no tengo dudas, La Pasión de Cristo marcó un antes y un después en la historia del cine bíblico de los últimos tiempos. Nos desgarró el corazón y nos dejó sin palabras. Todavía recuerdo cuando aparecieron los créditos finales, nadie habló en la sala; incluso nos costó levantarnos de los asientos. Jamás un cineasta se había atrevido a realizar algo semejante. Mel no incurrió ni una sola vez en la escena típica o en el encuadre fácil. Digan lo que digan, La Pasión de Cristo es dolorosa, física y espiritualmente, pero además es ÚNICA.


Lo que vemos ahora en esta cinta, protagonizada por el portugués Diogo Morgado y dirigida por Mariano Fernández y Gaston Girod (creadores de la serie de The History Channel, La Biblia), es un relato que se apega bastante a las escrituras, por eso ha recibido la aprobación de varios líderes cristianos. Tiene un mensaje evangelístico muy puntual, citando textos de las escrituras que hablan del hecho de reconocer a Cristo como salvador y de honrarlo solo a él. La audiencia recibe una narración adecuada sobre el contexto. Pero, insisto, en lo particular creo que le faltó intensidad. Claro, el filme fue encaminado para no explotar la violencia y eso no está mal. Cada director tiene su estilo. Con respecto a la participación de Morgado, aunque en efecto parece un modelo de revista, considero que da una actuación llena de alma… Muestra la compasión del Mesías por encima de su autoridad, algo que es de total agrado. Aún así, si me ponen a elegir, me quedo con The Passion… con esa escena de la gota de lluvia en el ojo de Jim Caviezel y con la cara de dolor de la actriz que hizo de María. ¿Cómo olvidar eso? A pesar de todo, mi recomendación final es: no comparen ustedes, véanla sin prejuicios y disfruten de la mirada de Jesús.  



Valoración 3,5 de 5

Diversión para grandes y chicos



Dreamworks Animation lo volvió a hacer. Con Las Aventuras de Peabody y Sherman nos cautiva a grandes y chicos. Fui con mi hija al cine y debo confesar que al principio de la película yo revisaba varios mensajes en mi teléfono. Sin embargo, no pasó mucho tiempo para que me adentrara en la trama al igual que mi pequeña, quien comenzó a reírse casi desde el primer minuto. Y es que esta cinta tiene un ritmo acelerado y unas ganas incansables de ingenio por todos lados. A veces se torna un tanto teórica, pero de ahí precisamente se desprenden los puntos positivos. No subestima al espectador infantil y tampoco tiene que recurrir a parafernalias o al doble sentido para seducir al adulto. Por el contrario, permite que todos nos involucremos y gocemos de la fiesta. 



El filme comienza con el relato del señor Peabody, el perro más exitoso del mundo, a quien nunca nadie quiso adoptar cuando era apenas un cachorro. Por eso, al crecer, él decide adoptar a un niño (Sherman) y lo cría como si fuera su hijo. Juntos crean la máquina del tiempo y se embarcan en la aventura más escandalosa que se haya visto jamás. Algunos críticos habían coincidido en que Peabody y Sherman no parecían material idóneo para una adaptación en clave de animación 3D y aun así resultó una de las mejores entregas de la temporada. Eso sí: no lleven a sus niños si son todavía muy pequeñitos, pues los diálogos y ciertas situaciones requieren una edad un poquito avanzada (a partir de siete u ocho años más o menos). 

A mí me encantó su recorrido por la Revolución francesa, el antiguo Egipto, la guerra de Troya y la creación de la Gioconda. Además, nos plantea un drama que se adapta perfectamente a la funcionalidad -o disfuncionalidad- de las familias modernas. Muy educativa y, ¿por qué no?, bastante divertida. De hecho, hay momentos en los que soltamos grandes carcajadas, como cuando -SPOILER- aparecen los presidentes de Estados Unidos defendiendo a Peabody de las acusaciones por haber mordido a un humano. Bill Clinton sale al paso diciendo: "Yo he hecho cosas peores". Los niños no entendieron, pero los papás hasta aplaudimos. Recomendada para todos los miembros de la casa.



Valoración: 4 de 5

Una rareza provocativa y sutil


No tenemos noción del año exacto del futuro en el que está ambientada esta película; lo que sí sabemos es que es cercano y que -más temprano que tarde- la misma realidad nos va a trastocar a todos nosotros. Que la tecnología se ha vuelto una parte fundamental de nuestras vidas es algo absolutamente cierto; que a veces le prestamos más atención al teléfono que a los que tenemos a nuestro alrededor es un asunto al que se le podrían dedicar años y años de estudio sociológico. Spike Jonze le dedicó una película (Her)  y fue tan buena su idea que el guion se llevó un Oscar en la reciente edición (2014). Theodore es un hombre solitario a punto de divorciarse, que trabaja en una empresa como escritor de cartas para terceras personas. Un día compra un nuevo sistema operativo basado en el modelo de Inteligencia Artificial, diseñado para satisfacer todas las necesidades del usuario. Para su sorpresa, se crea una relación romántica entre él y Samantha (la voz femenina de ese sistema). 


La cinta tiene un ritmo lento, es más... no se asombren si en algún momento del metraje se quedan dormidos durante unos segundos. De ser así, les recomiendo devolverla (en caso de que la vean en casa) y apreciar lo que se han perdido. Es que la actuación de Joaquín Phoenix es dulcemente envolvente. Este actor demuestra que puede hacer casi cualquier cosa. Nos sumerge en su deprimente mundo, y hasta nos hace reflexionar si en verdad apreciamos lo que tenemos; o si estamos consientes de los errores que cometemos en una relación, sea virtual o real. Además, a Her la complementa la provocativa y sexy voz en off de Scarlett Johansson, quien no tiene que aparecer físicamente para despertar los más profundos deseos. Los que ya la vieron, recordarán una escena de sexo con la pantalla totalmente a oscuras... Increíble cómo logran conectar al público, tanto el director como los dos actores. Esta cinta es sutil, profunda e irónicamente divertida. Aunque no es para todo público, yo me atrevería a decir es que una pequeña obra maestra; muy distinta a cualquier otra película que hayamos visto nunca. ¡La recomiendo!


Valoración: 5 de 5

Sangre en cámara lenta y Artemisa...


Parece que pasó mucho tiempo, y en realidad sí... Fueron siete años los que tuvieron que esperar los fanáticos de la exitosa 300 de Zack Snyder (2007), para ver una secuela. Esa llegó este año con mucha fuerza; tanta que nos hizo recordar que la primera entrega fue más allá de la taquilla, que arrasó en el género y que alimentó el narcisismo de algunos hombres obsesionados con lucir los abdominales del inolvidable Leónidas (Gerard Butler). A este último, por cierto, lo extrañé demasiado. Pero 300, además, consolidó una estética basada en la ultraviolencia de teatro y en cámara lenta, combinada con una escenografía generada por ordenador e intencionalmente irreal. Todo eso se repite en esta segunda parte, denominada 300: Rise of an Empire. 


Se nota un gran avance tecnológico. Sin embargo muchos seguidores afirman que se quedan con "la uno". Sentimos que solo cambió el escenario (de las Termópilas, al mar Egeo), el director (Noam Murro) y los protagonistas. Y hablando de los protagonistas, tenemos a Sullivan Stapleton, quien no está mal. Interpreta al general griego Temistocles, cuya lucha es conseguir la unidad de las polis griegas. Él dirige las tropas que se enfrentan con el ejército persa, liderado por Xerxes y Artemisa, para impedir la invasión del país. Y aquí me voy a detener para hablar precisamente de ella, de Artemisa. Este personaje lo desarrolla una despampanante Eva Green. Yo soy mujer, pero no pude evitar darme cuenta de que esta actriz es lo mejor del filme, capaz de cautivar y de aguantar la mayor parte del metraje ella solita. Cada vez que aparece la película gana en intensidad, llegando a su punto cumbre en una escena de sexo sencillamente impresionante, una de las más violentas y al mismo tiempo eróticas que se ha visto en una producción de Hollywood en mucho tiempo.


Por lo demás, me atrevo a considerar que al argumento le falta algo; ni aporta ni resta, diría yo. Pero hay mucho que rescatar, sobre todo porque recupera la franquicia con sangre y más sangre, y rescata a sus seguidores con los efectos más memorables del cine. Ejemplo: Un enorme caballo saltando de barco en barco, montado por Temistocles. La recomiendo en 3D. 



Valoración: 3.5 de 5


¿De dónde nace el amor?


Cuando yo abrí mi blog prometí no hablar únicamente de películas famosas o de estreno. No tendría ninguna hazaña si solo viera blockbuster o cine palomero. Desde pequeña soy fanática del séptimo arte y me apasiona la cantidad de historias a las que podemos tener acceso. Constantemente busco todo tipo de tramas, investigo, entro en páginas donde se recomienden producciones... Y sucede que siempre me topo con algo que me sorprende, que no es necesariamente lo más sonado. Así llegué hasta Like Dandelion Dust (en español la llamaron Adopción o Todo por mi Hijo), una película con un tema difícil: la adopción. Aquí tenemos tiempo para reflexionar y hacernos varias preguntas: ¿Pueden las personas amar a un niño que no es nacido de sus entrañas? ¿Hay suficientes motivos para entregarle nuestro hijo a gente extraña? ¿Qué es lo mejor para los niños, el dinero? ¿De dónde nace el amor? Este filme toca muy de cerca los corazones de aquellos que hayan pasado por una situación similar, de hecho está basado en la vida real; de ahí lo creíble, lo humano. Nos enseña que los individuos, con miedo y bajo presión, podemos tomar decisiones extremas, así no sean las correctas. 


No es una obra maestra, pero es de esas que te llegan al alma, que te traicionan los lagrimales y que te dejan vulnerable, sentimentalmente hablando. Sé que la gran mayoría huye cuando lee estas características. Sin embargo, estoy segura de que hay alguien leyendo estas líneas con ganas de verla. A tí te la recomiendo con los ojos cerrados, porque además de todo está muy bien hecha bajo la dirección de Jon Gunn. Guarda cada uno de los detalles y ofrece unas actuaciones magníficas. Mira Sorvino, Barry Pepper, Cole Hauser, Kate Levering y el pequeño Maxwell Perry Cotton se meten en sus personajes y nos dan a un banquete de emociones. La sinopsis: Joey, de seis años, vive una vida idílica con sus padres Jack y Molly. Todo va bien hasta el día en que reciben una llamada telefónica de los verdaderos progenitores, quienes desean recuperar al niño después de haberlo dado en adopción. Like Dandelion Dust fue aclamada por la crítica cuando se estrenó en 2009, y acumuló 22 premios en diversos festivales. Créeme, esta cinta es necesaria y digna de entregarle nuestro tiempo, sobre todo en familia. Intenta encontrarla en tu videoclub favorito. También puedes descargarla o verla online. En Youtube está completa y traducida al español latino. ¡No te arrepentirás! VER TRAILER



Valoración: 5 de 5

Dato: "Like Dandelion Dust" significa "como el diente de polvo de león". Eso lo entenderán al ver la película ;)

Con la muerte pintada en el rostro


Jean-Marc Vallée aceptó dirigir Dallas Buyers Club y creo que en estos momentos debe estar con un regocijo que no le cabe en el pecho. Lo que tenía pinta de ser una cinta menor, acabó acaparando tres premios en la gala de los Oscar 2014, incluyendo Mejor Maquillaje, Mejor Actor (Para Matthew McConaughey)  y Mejor Actor de Reparto (para Jared Leto). Y sí... Lo mejor que tiene esta película es su calidad interpretativa. No hay necesidad de regodearse mucho en el asunto; McConaughey y Leto son las dos joyas de esta producción, ambos con la capacidad de transmitir mil millones de emociones y de impresionar al público con un cambio físico extremadamente radical. Uno como un enfermo con la muerte pintada en el rostro y otro encarnando a un transexual que se aferra tristemente a la vida. Esta cinta no deja a nadie indiferente.


Desde el comienzo va tomando pista y cuando te das cuenta ya estás sumergido en la trama, basada en la vida real de Ron Woodroof, un cowboy de rodeo texano, drogadicto y mujeriego, al que en 1986 le diagnosticaron sida y le pronosticaron un mes de vida. Yo no soy fanática de este tipo de relatos; de hecho, me parecen un poco deprimentes. Sin embargo, está rodada y actuada con vigor. Me gustó la forma como abordaron la amistad entre protagonista y coprotagonista: sincera, creíble, emotiva. Lo que menos llamó mi atención fue la participación de Jennifer Garner, quien estuvo algo plana y sin oportunidad de mostrar su registro. Creo que le hubiese podido sacar más punta al papel. Lo demás es positivo. Dallas Buyers... detalla la historia de un personaje que no tiene pinta de héroe, pero que se hizo famoso por alargar su existencia a la fuerza... ¿Ejemplo de vida? No lo sé, yo no soy quien para decirlo, así como tampoco lo hace la película, que lo que menos pretende es sermonear a nadie. Los dejo con una frase famosa del guion: "Dijo que me iba a morir en 30 días y, ¡sorpresa!, ya pasó un año y mire quién sigue aquí".



Valoración: 4 de 5

¿Recuerdan La Pasión de Cristo? Bueno...


No. No lo dudes ni un segundo. Corre a la sala de cine más cercana y siéntate en la butaca de tu preferencia a ver 12 Años de Eslavitud. No te arrepentirás, por el contrario, agradecerás haberte topado con una de las mejores películas que se han hecho sobre el tema de los negros en mucho tiempo. Sufrirás, sí, pero sin lágrima, y sabrás que se te está torciendo el alma con escenas brutales que fueron manejadas con la mano del gran director Steve McQueen. Él logró mostrar en pantalla un relato fuerte, apasionado, crudo y real; aunque todo eso comienza con la estupenda adaptación que hizo John Ridley de la biografía de Salomón Northup. Ese hecho que ocurrió en 1850 nos deja con la boca abierta, sobre todo por el afán de incluir las tomas prolongadas con la intención de que se alargue nuestra agonía... ¿Recuerdan La Pasión de Cristo? Bueno, por ahí van los tiros. 


Un hombre de color -culto y libre-  es secuestrado para ser vendido como esclavo en el Sur en una plantación de Louisiana. Renunciando a abandonar la esperanza, Salomón contempla cómo todos a su alrededor sucumben a la violencia, al abuso emocional y a la desesperanza. Sin embargo, él es inquebrantable. No se rinde y lucha por su libertad hasta lo último. Esa interpretación no hubiese sido posible sin Chiwetel Ejiofor, un actor de esos de carácter, con una mirada punzante y un desenvolvimiento sencillamente SENSACIONAL. No en vano opta por el Oscar este año. A él lo acompañan Michael Fassbender (inmenso) y la espectacular Lupita Nyong’o, quien también está en la espera de la estatuilla dorada con muchas, muchísimas posibilidades de ganar. 


Dos escenas con ella son imposibles de olvidar: cuando suplica muerte y la del jabón... En conclusión, esto es un PELICULÓN que se queda guardado en lo más recóndito de tu mente. Una cinta intensa, desgarradora y acogedora... como si hubieses estado allí. Creo que tiene 90 porciento de probabilidades de robarse el crédito mayor el próximo 2 de marzo. Esperemos la decisión de los académicos, mientras tanto, disfrutemos de esta maravilla hecha cine.


 Valoración: 5 de 5

Violencia admitida y controlada




Están pasando tantas cosas en Venezuela, que no he visto mucho cine. Mis sentidos están en Twitter, Facebook, Instagram o cualquier red social que informe los acontecimientos. En el mejor de los casos, he estado en la calle. Pero tengo días con una película en la mente: The Purge (La Purga). No sé si será por la coyuntura, lo cierto es que la comparo con los hechos actuales de violencia. En el año 2022, una futura sociedad distópica, el régimen político vigente, llamado Nueva Fundación de los padres de América, ha decidido como medida catárquica implantar la "purga anual", una regla con la que una noche de cada año se puede cometer cualquier crimen, incluyendo asesinatos y violaciones, sin tener que hacer frente a las consecuencias ni responder ante la justicia. 



No se puede pasar por alto el hecho de que, a pesar de ciertas fallas, la cinta es muy atractiva. Tiene una tensión que va perdiendo poco a poco, y que al mismo tiempo te hace comer uñas. Todo es contención, narración, sobriedad e ideas, que el director James DeMonaco supo armar. La Purga es, en apariencia, una historia de terror, pero es aderezada con otros géneros funcionales y atrapantes. El guion (también de DeMonaco) me pareció bastante sólido y las actuaciones muy correctas, sobre todo la de Ethan Hawke. Predecible a ratos, y a veces con inesperadas sorpresas.



La entrega desarrolla un buen argumento durante 85 minutos. Se desinfla, sí, pero eso no impide que nos hagamos varias preguntas: ¿A eso podemos llegar? ¿Nuestro país tendrá la fuerza suficiente para resistir algo así? O ¿Ya lo estamos viviendo? Esto es un caldo social de una América del futuro, donde la violencia es admitida y controlada por el gobierno de una curiosa manera. No lo niego, esta trama -enmarcada en una fotografía que escarba en la oscuridad- me produjo un tipo de temor extraño, ayudándome también a mantener la esperanza y a decir la frase que los venezolanos llevamos 15 años pronunciando: “No vale, no creo”.

Valoración: 3 de 5

DiCaprio, un lobo que debora la pantalla


Es cierto que hay mucha calidad este año , y que las películas nominadas al Oscar son de las mejores que han pasado por la gran pantalla. He visto la mayoría, y la verdad es que me han gustado. Pero lo que me sucedió con El Lobo de Wall Street fue algo completamente electrizante. La cinta dura tres horas, y por eso le había sacado el cuerpo. Cuando me decidí a verla quedé estupefacta. Esas horas se convirtieron en 15 minutos. Se trata de un festín de imágenes frenéticas que solo pudo salir de las manos de Martin Scorsese hoy a sus 72 años. Literalmente este director hizo lo que le dio la gana. Desde que comienza la trama se sabe que hay un excelente trabajo de producción, guión y -sobre todo- ACTUACIÓN. Y lo digo en mayúscula, porque no me salen las palabras para describir el trabajo de Leonardo DiCaprio en esta entrega.


El recordado Jack de Titanic se despoja de todo su cuero y se tira este metraje encima él solito, aunque con la ayuda de un también impresionante Jonah Hill. Pero ninguna otra de sus interpretaciones se compara con esta. Está de lujo, perfecto. Lo hace ver tan fácil, que cualquiera puede pensar que él en realidad es Jordan Belfort, que es así de ambicioso, repugnante, obsesivo y asesino. Sí, asesino, pero en lugar de armas utiliza el teléfono. Su papel como un embaucador y estafador de la bolsa, amante de los excesos y consumidor empedernido de todo tipo de drogas, es una amalgama de registros interpretativos sin precedentes, creíbles y con una fuerza absolutamente aplastante, que lo convierten en uno de los grandes favoritos como Mejor Actor en los premios de la Academia 2014. Si no estuviera Matthew McConaughe en sus narices yo personalmente fuera y le pusiera la estatuilla en sus manos. El mismo DiCaprio dijo en una entrevista: "Siento que la audiencia lo va a encontrar interesante. Es una historia que busca pasar los límites establecidos, es explícita, arriesgada, indulgente y cruda. Un reflejo del estilo de vida de Wall Street en los años 80 y 90". La recomiendo con los ojos cerrados. Aprovechen que está en cartelera, no se dormirán ni se aburrirán nunca, se los aseguro. 



Valoración: 10/10

No llegará más lejos de lo que ya llegó...


Aún con un centenar de críticas negativas, Delivery Man se encuentra todavía en la cartelera marabina. Una película que aquí titularon Una Familia Numerosa y que viene a ser esa opción "ligera" para disfrutar con un grupo de amigos sin muchas exigencias. Eso me pasó a mí... Me invitaron al cine, me pagaron la entrada y yo solo tuve que preocuparme por tratar de concentrarme en la cinta, que transcurría en medio de ciertas risas y más de una broma de los presentes en la sala. Al salir agradecí no haber gastado mi dinero, pues la entrega de Ken Scott no llega al nivel que uno quisiera en los más de 100 minutos que dura el metraje. Resulta que este cineasta nos presenta un remake de su película Starbuck (2011), en el cual vemos a un hombre que se hace famoso por ser un potencial donante de esperma. Él, en el peor momento de su vida, descubre que es padre nada menos que de 533 hijos, ya que en la clínica de fertilidad donde donó su "material" cometieron un error. 


El argumento suena divertido, y -de hecho- hay ciertos momentos en que no podemos ocultar las carcajadas, solo que a la cinta le falta esa fuerza que requieren las comedias americanas para no caer en el terreno de lo tedioso y repetido. Lamentablemente, Delivery Man se hace más larga de lo que es gracias a la estirada innecesaria que le imprimieron. Por otro lado, el personaje de Vince Vaughn (protagonista) está completamente despojado de cualquier gracia. Lo que salva la propuesta es la participación de Chris Pratt, quien hace el papel del mejor amigo de Vaughn. De este último provienen los mejores gags. En resumidas cuentas, no es un filme terrible, solo que no tardará mucho tiempo en perderse en el mar de lo no destacable. Ni se queda en tu mente ni te resulta del todo auténtica. Ideal para alquilarla y verla un domingo a las 3.00 de la tarde. Una Familia Numerosa es tan simple y sencilla que no llegará más lejos de lo que ya llegó.


Valoración: 2 de 5

Si pudiéramos retroceder el tiempo






Volver al pasado; no porque no queramos avanzar, no para evadir la realidad, no… sino para enmendar errores, ver a los seres queridos que ya se nos fueron y revivir los momentos más importantes de nuestra vida. Qué bonito sería, pero es imposible. Solo Domhnall Gleeson tiene la facilidad de hacerlo, cuando entra en el papel de Tim Lakeen, en About Time (Cuestión de Tiempo). Él actúa junto a Rachel McAdams en esta cinta que, aunque pareciera tener un argumento repetido, contiene un toque de originalidad y honestidad demasiado agradable. Me senté a verla recordando aquella cinta en la que la misma protagonista tenía un esposo que también viajaba en el tiempo (The Time Traveler's Wife). Sin embargo, esa está un lejos de ser buena; más bien es aburrida y sin fuerza. Aquí encontramos un filme provisto de sentimiento y encanto. Se trata de la vida misma, con sus sucesos unos tras otros, aunque con la posibilidad de experimentarlos las veces que sean necesarias.


 ¿Se imaginan? Volar al primer beso, al nacimiento de tu hijo, al abrazo de tu abuelo… Eso fue lo que me gustó de About Taime, la manera como te presentan una historia contada con el corazón en la mano. Una narración poética y una música que te mueve hasta la última fibra. "Inteligente y dulce, divertida y realmente emotiva”, dice Empire. Los personajes te sumergen, aunque debo confesar que vi a Gleeson un tanto plano (de repente es solo mi percepción). McAdams está bien (como siempre), y el resto del reparto excelente, amén de un Bill Nighy sencillamente perfecto en el rol del padre. Yo le quitaría unos puntitos por la inconsistencia en su género, aunque al final terminas metiéndola en el saco del drama. Comedia hay poca, sobre todo al principio. En conclusión, About Time nos regala 123 minutos de reflexiones. El director Richard Curtis lo supo hacer, y miren que es difícil que una trama así no raye en lo ridículo. La recomiendo a todo el que tenga ganas de dejarse llevar por una hermosa puesta en escena y una fotografía completamente envolventes. Reirás, llorarás y posiblemente quedes con una sensación de felicidad que pocas películas provocan. 




Puntuación: 4 de 5