Bradley Cooper, Bill Murray y mucha decepción



Bajo el Mismo Cielo es un nombre un tanto "común", atribuido a una película que se aleja totalmente de lo llamado meramente común. De hecho, me quedaría con el título original (Aloha), aunque -a decir verdad- tampoco es que le cala mucho. Y es que esta cinta, dirigida por Cameron Crowe (el mismo de Un Zoológico en Casa y Elizabethtown) no tiene ni pies ni cabeza. Buscarle un nombre que la defina es tan difícil como entenderla. Estuvo hace poco en la cartelera de la ciudad, y ya se puede encontrar en "los bajos fondos". Así que no me extraña que más de uno de los que me están leyendo la vieron y se llevaron el mismo chasco que yo. En primera instancia la elegí por sus actores: Bradley Cooper, Emma Stone, Rachel McAdams, Bill Murray. El elenco siempre es un motivo de peso. El primero últimamente se ha llevado unos cuantos elogios y es el preferido de la Academia, porque además ha sabido escoger papeles que lo han consagrado como uno de los mejores histriones de Hollywood en la actualidad (nada más recordemos el papel que interpretó en American Sniper. BRUTAL). Y el último ya lo conocemos y sabemos que con casi 40 años de trayectoria es bastante el respeto que se ha ganado dentro del cine. Pero no... nada de eso rescata a esta cinta, la cual transcurre entre fastidiosos diálogos y un compendio de ideas tratando de armar una trama que no tiene absolutamente ningún foco, ningún género. 



Aloha es un completo desastre. Leí hace poco en una crítica que "cojea a partes iguales tanto por su guion como por sus personajes vagamente definidos". Nada más cierto. Trata acerca de un contratista en materia de defensa, quien supervisa el lanzamiento de un satélite desde Hawái junto con una piloto de las Fuerzas Aéreas, de la que comienza a enamorarse. Y, por otro lado, en la isla se reencuentra con el viejo amor de su vida, ahora casada y con dos hijos. ¿No suena interesante, verdad? Pues no, ni un poquito. Esta es la peor película de Crowe, a la cual no salvan ni los paisajes. Si le hubiesen dado protagonismo a la hermosa luz de Hawái, al menos tuviéramos una entrega con una fotografía bonita. Qué mal que solo se hayan enfocado en... En realidad no sé en qué. Aquí hay fantasía inútil, reflexiones incoherentes, bombas (sí, bombas) y mucha decepción.

Puntuación: 1 de 5


Encontrarme al hijo de Clint Eastwood


Las grandes industrias nos prometieron películas que estamos esperando para el último trimestre del año. De hecho, durante esos meses siempre llegan las que aspiran a colarse en los premios de la Academia. Mientras eso ocurre, yo me he topado con unas cuantas sorpresas como The Longest Ride (El Viaje más Largo). Esta cinta es el resultado de otra de las obras de Nicholas Sparks, el escritor de los libros románticos que han sido adaptados al cine casi en su totalidad. Y, aunque en esta oportunidad no se aleja mucho de lo que está acostumbrado a contar, nos regala un amor que viaja del pasado al presente con una muy buena técnica. Transcurre en la hermosa Carolina del Norte, lugar al que le sacan todo el provecho. Sus carreteras, sus campos, sus granjas, sus caballos... Todo eso embellece la pantalla y le otorga un punto a favor al filme dirigido por Geroge Tilman Jr. Allí se desarrolla la relación entre el joven cowboy Luke Collins (un antiguo campeón de rodeo buscando su vuelta a la competición) y Sophia (una estudiante a punto de embarcarse en su sueño de trabajar en el mundo del arte en Nueva York).


Me voy a detener un momento para hablar de los protagonistas, pues tengo que decir que encontrarme con el hijo de Clint Eastwood fue bastante grato. Scott se impone. Su presencia es la de un actor al que no le hace falta esforzarse mucho por transmitir emociones. Es hábil en las escenas con los toros y tierno cuando le toca moverse en el romance. Eso sin contar que es imposible no comparar su agraciado físico con el de su padre. A decir verdad lo disfruté bastante. Y luego está Britt Robertson, con un carisma como pocas en el séptimo arte. 


No tendrán una nominación en los Oscar, pero están justos y acorde con la trama. Para mí lo mejor de El Viaje más Largo es que el relato de conflicto pasional se adereza con otro aún más romántico en flashback, que recuerda el viejo Alan Alda (grandioso). De esa subtrama surge un suave paisaje de amores plenos, de vida rápida, al estilo de aquel de Carl y Ellie en el genial pasaje de Up. En conclusión,  esta es una película intensa y extremadamente agradable, que solo apreciarán los que vayan a ella conscientes de lo que verán. 



Valoración: 4 de 5

Las grandes familias son así...


Cuánto disfruto el cine español. Hay quienes dicen que los actores tienen "una papa en la boca", pero hasta eso me gusta. Me encanta como hablan, me fascinan sus expresiones y también me sorprende la creatividad al momento de emprender un proyecto cinematográfico, incluyendo el guion. Todo eso lo tiene La Gran Familia Española, una película que se encuentra entre las 10 más vistas de la historia de España. Además tuvo 11 nominaciones en los Premios Goya de este año, resultando ganadora en dos categorías (Mejor Actor de Reparto para Roberto Álamo y Mejor Canción Original por Do you really want to be in love? de Josh Rouse). La trama comienza contando la historia de un matrimonio que inició su relación inspirándose en la vieja cinta Siete Novias para Siete Hermanos, y a partir de ahí ocurren cientos de situaciones entre la generación que se desprende. Durante la final del mundial de fútbol de Sudáfrica se celebra una boda. Ese día España entera se paraliza, pero una familia con cinco hijos de nombres bíblicos se enfrenta también al partido más importante de su vida. 


Aquí encontramos una obra tan fácil de digerir, tan absolutamente despojada de prejuicios, que se convierte en el mejor ejemplo de una entrega sin ningún tipo de complejos. La Gran Familia Española se arriesga en mostrar el lado más brillante, imperfecto y emocionante de las relaciones humanas y el resultado es un filme completo y encantador. Muestra elementos de la comedia tradicional y el melodrama, aunque no te llena de lagrimeos ni te hace reír a carcajadas. Creo que todo está en justa proporción, tal vez por el tono que le dan los personajes, porque las actuaciones TODAS están sencillamente increíbles. Es divertida, inteligente y tiene mucha pero mucha personalidad. Daniel Sánchez Arévalo (director) merece el aplauso por crear algo alejado de lo convencional, cuyo fuerte es la hábil manera de presentar diálogos frescos y perfectamente hilvanados, junto con la estupenda recopilación interpretativa. Y lo mejor, sin duda, es el final que te hace pensar: "¿Cuántos secretos así habrán en mi familia?. Recomendada. 



Valoración: 5 de 5

¡Los Minions se lo merecían!


Todavía estamos en vacaciones, y -de repente- quedan niños que aún no han visto una de las películas animadas más esperadas de este año. Entonces no hay tiempo qué perder. Si tú eres padre y estás leyendo esta columna; levántate, agarra a tu hijo y corre hacia la sala de cine que tengas más cerca. Los Minions están en cartelera y siguen con ese talento tan natural para sacarte carcajadas. Es que no hay otra palabra. No es una "sonrisita", no es un poco de humor, no... Ellos son capaces de hacer que tú pierdas la vergüenza y grites de la risa. Te harán sacar lo más alegre que hay dentro de tí (seas adulto o pequeño), no importa la edad. Como dice Jordi Costa en su columna publicada en el diario El País, "No estamos ante la ambición del mejor Pixar, pero sí ante una manera de entender la comedia animada que suministra placer a granel y que transforma hora y media de metraje en gozoso suspiro". Y es que esta vez los Minions no tienen protagonista que los pudiera opacar, sino que son los reyes absolutos de la historia (algo que se veía venir desde que aparecieron por primera vez en Despicable Me). 



El público ve como sus inicios se remontan al principio de los tiempos. Empezaron siendo organismos amarillos unicelulares que evolucionaron a través del tiempo, poniéndose siempre al servicio de los amos más despreciables. Ante su incapacidad para mantener a esos amos -desde el T. Rex a Napoleón-, estos personajes acaban encontrándose solos y caen en una profunda depresión. Sin embargo, uno de ellos, llamado Kevin, tiene un plan. Acompañado por el rebelde Stuart y el adorable Bob, emprende un emocionante viaje para conseguir una jefa a quien servir, y se consigue a la terrible Scarlet Overkill. Pasarán de la helada Antártida, a la ciudad de Nueva York en los años 60, para acabar en el Londres de la misma época, donde deberán enfrentarse al mayor reto hasta la fecha: salvar a la raza Minions de la aniquilación. Es cierto que hay algunos aspectos no muy claros dentro del guion, pero vamos a ser sinceros: ¿quién se fija en el guion cuando está frente a una película tan divertida? Los grandes villanos aquí aportan un punto favorable y el filme se vuelve sumamente irresistible. Así que no hay más nada qué decir. Ya no queda ninguna duda. Los Minions son dignos de ese spin-off. Se lo merecían desde el preciso instante en que debutaron en el cine.

Valoración: 4 de 5

Focus es un "milagro divino y evolutivo"


No es mucho el material cinematográfico que ha salido en lo que va de 2015. Tenemos que esperar los últimos meses del año, a ver si -cercana la próxima temporada de premiaciones- Hollywood se pone las pilas y comienza a lanzar más calidad. Aun así, todavía hay películas rescatables dentro de tan poco qué ver. Focus, protagonizada por Will Smith y  Margot Robbie (la misma rubia despampanante de El Lobo de Wall Street), es una entrega traviesa, divertida y un poco, solo un poco, romántica. Considero que tiene varios puntos a favor (como las actuaciones, el ritmo y el montaje), lo que hace que se convierta en una de esas cintas que funcionan bastante bien. Un veterano estafador (Smith) acoge a una bella joven (Robbie) bajo su protectorado, pero las cosas se complican cuando ambos comienzan una relación. 


Esa es básicamente la trama central, la cual tiene un arranque muy seductor. Luego decae, para llevarnos a un final inesperado y complaciente. Lo que más me gustó de Focus es que la industria del cine estadounidense, y los directores Glenn Ficarra y John Requa, hayan consentido en unir a esta dupla. Will Smith y Margot Robbie concentran tanta carisma en pantalla, que es fácil maravillarse. En The New York Times lo definieron como un "milagro divino y evolutivo". Además, ambos derrochan una especie de sensualidad genuina. Se nota en cada una de las escenas y en las tomas en la que el cuerpo del recordado príncipe del rap son las más descaradas e intencionales distracciones. 


Pero más allá de eso, estamos ante un filme enormemente ágil y elegante. No es que tenga mucho de innovador, pero -aun con sus desniveles- llega a ser un entretenimiento más que digno. Una buena opción para disfrutar, eso sí, una sola vez. Le critico el hecho de que nunca defina con solvencia su género y que sea algo superficial (siempre sientes que por fuera luce mejor de lo que es por dentro). Sin embargo, no nos pongamos exigentes. Aquí están dos estrellas que actúan como quieren y que complacen tanto al público femenino como al masculino. ¡Recomendada!

VALORACIÓN: 3 DE 4



¡Jurassic World eriza la piel!


Llegamos al cine con las expectativas por las nubes. Nos ponemos los lentes para apreciar el 3D. Comienza Jurassic World y listo. Quedamos totalmente desconectados del mundo real... Ni siquiera miramos el celular durante 124 minutos. La cuarta entrega de la saga Jurassic Park es efectivísima. Cumple su propósito y entretiene de principio a fin, comprobando lo que sus creadores imaginaron al momento de armar el proyecto: "los fanáticos son fieles y no importa que haya pasado más de dos décadas. Ahí estarán". No se equivocaron. Se trata de una continuación tardía pero emocionante, tanto, que -en su momento- devoró la taquilla y cautivó a los amantes de los blockbuster en general. Yo me atrevería a decir que esta es la mejor de las secuelas. No se iguala con la primera dirigida por Steven Spielberg, pero se le acerca bastante. De hecho su puesta en escena es exageradamente brillante y por lo tanto podemos llegar a pensar que Colin Trevorrow le hizo bastante caso a las recomendaciones de su productor ejecutivo (Spielberg).


En esta ocasión el sueño que tenía Hammond se ha hecho realidad. Vemos el parque abierto en todo su esplendor: atracciones, restaurantes, espectáculos... Todo funciona con la última tecnología. Niños asombrados, familias felices. Lo malo es que pronto esa alegría se convierte en terror, cuando un dinosaurio modificado genéticamente se escapa de su jaula con ganas de tragarse lo que se le atraviese. Chris Pratt protagoniza esta entrega y, la verdad, es que se gana el corazón del público. Tiene carisma, gracia y se mueve perfectamente en el género, complementando los toques cómicos insertados de manera demasiado inteligente en ciertas hojas del guion. 


Y por otro lado tiene una gran química con Bryce Dallas Howard, quien también hace lo suyo como la "chica bonita e importante" de la trama. Sin embargo, creo que lo más destacable aquí es el homenaje que se le hace a Jurassic Park. Se nota que la cinta está hecha por gente que ama la saga. Agregaron guiños al pasado que a cualquiera le saca una sonrisa. Una de las partes más especiales de Jurassic World es cuando -SPOILER- nos muestran el centro de visitantes de la primera película. Y ni qué hablar de la banda sonora, la cual se escucha cuando los niños van entrando al complejo. ¡Eriza la piel! En conclusión: emoción, suspenso, humor, sangre, romance, momentos nostálgicos, efectos especiales y un ritmo que va a toda velocidad. ¡Esta obra está de lujo. No dejes de verla!

Valoración: 5 de 5