Suspenso elegante, primario y duradero


Hace días publiqué un trabajo por el aniversario de Los Otros. El 26 de octubre se cumplieron 15 años de su estreno, y me pareció propicio dar a conocer detalles de la producción, pues estoy segura de que esta entrega impactó -como a mí- a todo el que la vio en 2001. El final es uno de los mejores que he visto, sin contar la participación de una regia y poderosa Nicole Kidman. Con el papel de Grace, dejó a medio mundo con la boca abierta cuando se dio cuenta de que todos (ella y sus hijos) estaban muertos. Pero tuvo que pasar por un fuerte proceso dentro de la tenebrosa casa donde vivían para recordar que fue ella misma quien los mató asfixiándolos con una almohada. Después se suicidó. Ocho Premios Goya; incluyendo Mejor Película, Director, Fotografía, Guion Original y Sonido; son algunas de las evidencias de su buena factura. Hoy no solo tiene esos reconocimientos, sino que se convirtió en la película española más vista en el mundo. Por eso no dudé en hacerle mi crítica. 


Yo la vi en el cine y a mi memoria todavía llega la emoción que sentí en ese momento. No era miedo. "Siento algo extraño", me repetía. Era una sensación de tristeza, con impresión y ganas de volverla a ver. Eso hace el buen cine, el logrado, el que con su atmósfera te atrapa y te deja pensando en cada escena. Es imposible negarlo, el filme funciona, cautiva, crea tensión y te hace disfrutar con un espectáculo elegante y de vieja estirpe. Y fue tan exitoso que también sirvió como cine comercial minucioso e inteligente (no en vano acumuló 27 millones de euros en la taquilla, récord absoluto en la industria española). El director chileno-español Alejandro Amenábar hizo un gran trabajo. 


Los Otros es una muestra de que el suspenso se puede lograr con algo que últimamente parece que Hollywood ha olvidado: los temores primarios. El ser humano se aterroriza de lo desconocido y uno de los miedos primordiales es la oscuridad. ¿Qué mejor premisa que tener a los chicos afectados por una extrema fotosensibilidad para mantener un clima nocturno permanente en una mansión enorme? Aquí basta que unas puertas se cierran solas, que los objetos cambian de lugar y que hayan sonidos raros que vienen del "más allá". Aún después de 15 años, a Amenábar hay que aplaudirlo de pie. Los Otros es una de mis cintas favoritas. La tengo en blu-ray en el estante de mi casa y -por cierto- no la presto. ¡Hasta luego!

Valoración: 5 de 5

Le pasa a cualquiera…


Una leyenda china cuenta que un hilo rojo invisible conecta a aquellos que están destinados a encontrarse, sin importar tiempo, lugar o circunstancias. Puede estirarse o contraerse, pero nunca romperse… Yo no conocía ese fenómeno imaginario. Lo cierto es que la directora argentina Daniela Goggi decidió hacer un guion y más tarde lo llevó al cine. Este año se estrenó bajo el nombre -nada original- de El Hilo Rojo. El chileno Benjamín Vicuña y Eugenia Suárez (de Buenos Aires) son los protagonistas. Interpretan a Manuel y a Abril, respectivamente. Parecen estar ligados por      el destino. Y, tras conocerse en un avión, sienten que son el uno para el otro pero terminan separados y no vuelven a encontrarse hasta varios años después, cuando ambos están “felizmente” casados.


Me tomo el tiempo de hablar de este filme, pues -aunque no es una producción de factura hollywoodense- tiene sus virtudes, sobre todo por la pareja principal. Leyendo portales de cine, me enteré de que la cinta llegó en medio de un chisme farandulero. La realidad superó a la ficción. Resulta que ambos se enamoraron mientras filmaban y dejaron a sus respectivas parejas. Un escándalo que sirvió para darle una promoción estupenda a la obra. Sin embargo, volviendo a lo que nos corresponde, la entrega se mueve en lugares comunes. También se torna predecible, y aún así funciona en su nicho de drama romántico. 



Rodado gran parte en una Santa Marta hermosa, con paisajes asombrosos y fotografía de lujo, nos mete en las pieles de esos amantes, quienes no escatiman al momento de besarse frente a las cámaras o quitarse la ropa. Escenas que transmiten una gran química. Así que estamos frente a una película que desborda deseo y sensualidad. En conclusión El Hilo Rojo como entrega y producción cinematográfica no tiene nada nuevo. Solo que juega un juego de convenciones mutuamente aceptadas. Plantea un amor a largo plazo y una pasión de mecha corta que le puede pasar a cualquiera. De hecho, le pasa a cualquiera. La capacidad de interpelación de esta cinta es -sin duda alguna- universal. 

2 de 5





¡Políticamente correcta!


Entre tantas sagas (grandes, medianas y pequeñas) se encuentra The Purge. Yo no sabría a ciencia cierta en qué categoría colocarla, solo sé que todas las entregas me han fascinado y la número tres no me decepcionó en lo más mínimo. Con The Purge: Election Year, la cual parece ser el capítulo final, comprobé lo que presentía: ¡Es LA MEJOR! James DeMonaco ha dirigido las tres cintas, por lo que -con toda seguridad- ha venido aprendiendo y madurando cada detalle de lo que hace detrás de cámara. En esta oportunidad han pasado dos años desde que el exsargento de la Policía, Leo Barnes (Frank Grillo) decidió no vengarse del hombre que mató a su hijo. Ahora dirige al equipo de seguridad que se encarga de proteger a la senadora Charlie Roan (Elizabeth Mitchell), una candidata a la presidencia que reivindica la supresión de La Purga anual, que consiste en permitir, una noche al año, cualquier actividad criminal, incluido el asesinato. Roan considera que esta práctica perjudica sobre todo a los necesitados y a los pobres. 


Con esa premisa, podemos ver que el cineasta nos sumerge en un escenario político especulativo, pero muy aterrador, y ahora ha elevado mucho más el juego. Hay acción, efectos especiales más sofisticados y una elegancia que no notamos tanto en las dos anteriores. Tal como reseñó La Nación, "La Purga 3 es un producto eficaz como entretenimiento y bastante audaz e inteligente como alegoría y denuncia", nada mal en estos tiempos... Por supuesto que es cine de clase B, pero por encima de la media. Combina terror, violencia sádica, elementos distópicos y drama. 


En realidad, siempre he dicho que se trata de una auténtica rareza ¡Y me ENCANTA! Agradezco el hecho de que las tres películas hayan sido escritas y dirigidas por la misma persona, de ahí viene su éxito; sobre todo porque -como dije al principio- fue mejorando de manera paulatina, hasta entregarnos esta buena obra, ¡BRAVO! El ingenioso concepto se repite, aunque con la suma de una factura aún más sólida y una sátira a tono con todos estos procesos preelectorales en Estados Unidos. Solo le quitaría puntos por la elección de los personajes, como siempre sin profundidad ni gran cosa. Pero, a pesar de todo, no me queda más que decir: ¡La recomiendo!





Valoración: 3 de 5