Ver a Bradley Cooper durante 100 minutos


La historia de los amigos que pasan por situaciones "extremas" gracias a una resaca que les ha "borrado el cassette" por completo, llegó a su fin. The Hangover Part III se presenta como despedida y tiene una vez más la mano de su fiel director Todd Phillips (quien realizó las dos películas anteriores); solo que en esta oportunidad no hay alcohol de por medio, es decir no hay ratón (como dirían los venezolanos). Doug, Phil y Stu se dan cuenta de que su cuarto amigo, Alan, está al borde de un abismo (decapitó a una jirafa, le provocó un infarto a su padre... en fin). Por eso intentan ayudarlo y lo llevan a un centro especializado, pero en el camino se encuentran con una "cuenta pendiente", la cual incluye al problemático criminal Leslie Chow. La comedia en esta tercera entrega se da como quien quiere y no quiere la cosa. El humor mayor lo pone el personaje de Zach Galifianakis. No voy a ser hipócrita, pues el tipo miraba la pantalla y yo me reía con ganas, seguida de los compañeros que tenía a mi lado. Sin embargo, es cierto que Qué Pasó Ayer (como la llaman en Latinoamérica) pierde un poco esa esencia y esa magia con la que comenzó su recorrido. A ratos pudiera resultar un poco cansona para quienes no están acostumbrados a este tipo de propuestas. Además, me chocó la idea de que le dieran más protagonismo a ese chinito fastidioso y -OBVIO- no se ganará ningún Oscar, ya sé...  


De todas formas, es una película capaz de sacarle una carcajada (aunque sea una) a cualquier persona. Insisto: Galifianakis es el centro aquí. Él aplasta una escena, la parte en pedazos pequeños y la lanza al aire con tan solo una frase. Los que ya la vieron recordarán la que comparte con Melissa McCarthy. ¡Esa estuvo de lujo! Por otro lado. TODO, absolutamente TODO vale la pena únicamente por el hecho de pasar 100 minutos observando a Bradley Cooper. No me arrepiento de ver esta cinta, pues nunca desperdiciaré la oportunidad de verlo a él. No solo Alan y Chow babean. Para finalizar, considero que la trama hace mención a temas como la evolución, la madurez y la amistad. Estos chicos están creciendo, o bueno, al menos eso parece. Un consejo les doy: si están en el cine, no abandonen la sala tan rápido. Esperen una última escena, un total homenaje a las locuras que los caracterizan, donde Stu se lleva -como siempre- la peor parte. ¡Hasta la próxima!



Valoración: 3 de 5

El humor mayor lo pone Galifianakis. Pero Bradley Cooper se la come desfilando esos pantalones kaki. 

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