Actores salvajes



Hay una película (Savages), hay una premisa (el narcotráfico), hay un director (Oliver Stone) y hay un puñado de excelentes actores. ¿El resultado? Una historia entretenida, aunque no demasiado magistral, la cual devuelve al director su lado más "salvaje" -tal como se titula- y sexual. Es un filme rudo, crudo y no apto para conservadores, pues seguramente se alarmarán cuando vean cómo tres personas (dos hombres aparatosamente guapos y una mujer para más clichés muy sexi) pueden mantener una relación amorosa de tres sin caer en reproches o escenas de celos. Los vemos "hacer el amor", primero a dos de ellos, luego a los tres, y nos parece extraño porque, en mi humilde opinión, algo así es imposible de sobrellevar, está completamente alejado del diseño natural. Pero ese es otro tema. Aquí no vamos a caer en discursos morales. Nos interesa la entrega como tal y analizar si es digna de recomendar.



Nos encontramos con un elenco poderoso. Benicio del Toro hace un papel tremendo, después de estar dormido; John Travolta se topa con el rol de un policía corrupto que juega para el bando que más le convenga y también está genial; Salma Hayek (más latina que nunca) es la "reina roja", la mandamás de un cartel mexicano que le exige una actuación soberbia y, a pesar de que se ve bastante forzada, considero que es lo mejor que ha hecho en años; Demián Bichir es el que menos se destaca, pero luego de ser nominado al Oscar, tal parece que es bien facturado y hasta necesario. En fin, ya he nombrado varios "cuartobates" y no he llegado al centro de la historia, al meollo del asunto, a los galanes: Taylor Kitsch -¡Wao!- aparece tras John Carter y Battleship, y ahora sí es verdad que demuestra histrionismo, y Aaron Johnson -primera vez que lo veo, así que "Hi, mucho gusto"- lo acompaña en los créditos protagónicos.



Ellos viven en Laguna Beach suministrando marihuana a las empresas farmacéuticas y traficando en la zona. Lo "bueno" comienza cuando raptan a su chica y les piden entrar en su negocio. Repito, es una peli muy cruda en su máxima expresión; colmada de gore, de mucha acción y de cierta exageración en los detalles. Tiene dos finales, lo que nos sumerge en una disyuntiva de no saber cuál es mejor y cuál es peor. Aun así es disfrutable, sin ser la gran cosa. Es capaz de atrapar tanto a hombres como a mujeres. ¡Búscala si te provoca!


Puntuación: 3 de 5

Un relato de espíritus en stop-motion



A las salas de cine llegó hace poco una pequeña joyita. Tiene un sabor burtoniano, pero no, no es del gótico director de Sombras Tenebrosas, aunque sucumba a comparaciones. Chris Butler y Sam Fell son los directores de Paranorman, una maravilla artesanal en stop-motion, presentada por el estudio de animación Laika para divertir a la familia con un argumento que, si bien pudiera parecer repetido, está contado de manera fantástica. Sin embargo, cuando digo que todos los miembros de la familia pueden disfrutarla, hay que hacer una aclaratoria: si tienen a sus niños pequeños al lado mejor repitan de memoria la frase que emplea en la televisión cada vez que transmiten un programa no apto para menores.


La película requiere la supervisión de padres, madres, representantes o responsables. No diré por qué, sólo me limitaré a señalar que hay temas y subtemas un poco fuertes como para que las mentecitas de los niños los asimilen por sí solas. Maldiciones, brujería, muerte, homosexualidad y promiscuidad son algunos de los tópicos. Yo comencé a verla muy optimista con mi hija de cinco años, hasta que ella misma me preguntó: "Mami, ¿estás segura de que yo la puedo ver? No sé si era miedo (por los zombis y las escenas en las que el chico habla con espíritus) o porque ciertamente no se sentía cómoda con una entrega que no es de entero corte infantil. Mi decisión fue abandonarla y apreciarla más tarde en soledad.


Ahora, volviendo a lo que atañe, Paranorman plantea un argumento con buen desarrollo y un remate correcto, aunque algo forzado. La temática del niño que puede ver gente muerta y que al mismo tiempo es un incomprendido social ya la hemos apreciado infinidad de veces, lo que pasa es que esta vez el humor oscuro y bizarro le da el toque diferente. El filme es muy honesto consigo mismo y no pretende quedar bien con nadie. Por otro lado, la estética es sencillamente genial, no tiene desperdicios. Hay muchas secuencias creadas por computadora, pero siempre destacan cada detalle con sumo cuidado. Los rostros, los escenarios y los objetos completan una propuesta impecable visualmente hablando. Los efectos de los espíritus y los movimientos de cámara aportan un disfrute máximo, que hacen que nos quedemos mirando la pantalla y alabando un soberbio trabajo. Y lo mejor de todo es que los personajes están tremendamente construidos. En fin, una cinta que no es perfecta y que más bien esconde esporádicos desniveles, pero que viene a ser una experiencia agradable y creativa en un momento cinematográfico en el que no hay mucho que escoger.  


VALORACIÓN: 3 DE 5

Neeson sigue destrozando a los malos


En 2008 el director francés Pierre Morel, el productor/guionista Luc Besson y un impactante héroe de acción encarnado por Liam Neeson nos sorprendieron con una historia brutal y orgánica, la cual le dio con buen tino al tema tan duro y real de la prostistución internacional. La idea de realizar una segunda parte, que además pudiera generar las mismas exitosas ganancias de la primera no era nada descabellado. “¿Llamamos a Liam?”, “Por supuesto”, imagino que concluyeron los realizadores. En Taken 2 el actor muestra de nuevo su implacable (esta palabra tiene algo que ver con el título en español) carácter. Sabe actuar y este papel es uno de los muchos que ha hecho casi a la perfección. Pero hay un problema en esta entrega, y creo que tiene que ver con el hecho de que es que un simple refrito, esta vez con una ausencia notable de los elementos atrayentes. En pocas palabras: más de lo mismo.


De nuevo el jubilado agente de la CIA, Bryan Mills, tiene que lidiar con un secuestro. Ahora está en Estambul. Allí se encuentra con su hija y su exesposa, con quien está a punto de volver después de varios años y un divorcio. Así se presenta una subtrama amorosa y sentimental, aunque es cortada de cuajo por las verdaderas razones del guión. El padre de uno de los secuaces que él asesinó en la primera película lo busca por cielo y tierra, hasta que lo encuentra y lo encierra junto con su mujer para matarlos. Pero afuera queda Kim (su hija), cuya inteligencia para salvar a seres queridos puede superar aún a la de su padre. Los papeles se invierten. Vemos que el mejor GPS está en el cerebro de cada miembro de esa familia y que cualquier chica sobre la tierra daría moneditas de oro por tener un progenitor como Bryan.



Taken 2 es predecible hasta el cansancio. Como si no supiéramos que las habilidades extrasensoriales de Neeson en este filme son de otro planeta. Con varias técnicas puede acabar con 10 hombres sin ayuda alguna. En verdad, ¿Qué estaban pensando esos tipos cuando decidieron meterse con él? Uno a uno los va eliminando con inimaginable agilidad, y allí es cuando los espectadores decimos: “¡CLAROOOO!" Definitivamente, Olivier Megaton hizo una cinta entretenida pero sin más… La número uno superó los estándares que tiene el género de acción y esta se quedó en el montón. De todas formas, los seguidores la están viendo e increíblemente ya duplicó el recaudo en taquilla de Taken en su primer fin de semana.  Porque siempre será agradable que los “buenos” destrocen a a los “malos”.



Valoración: 2.5 de 5

¡Se acabó!


La sala estaba full. Era mucha la expectativa, dada la publicidad y el plan de márquetin que siempre anteceden a las películas de la saga Crepúsculo. Ir a ver Amanecer Parte 2 equivalía a pasar un buen rato en una cola. Mi esposo y yo entramos con la bandeja de cotufas en la mano y tuvimos que luchar para no quedar en butacas separadas. Nos costó, y no éramos los únicos en la implacable búsqueda, parecía una competencia. De pronto vimos dos asientos juntos e iluminados, tenían un aura mágica y nos llamaron con una campanita. Más tarde me fijé que estábamos en la quinta fila (las conté). La película comenzó en medio de aplausos -nunca había visto algo así-, y luego me acostumbré, pues lo mismo se repetía cada vez que ocurría algo relevante en la trama. Yo nunca lo hice, ¡Mosca!



Apareció Robert Pattinson en el papel de Edward Cullen. Kristen Stewart (Bella) también ocupó la pantalla ahora convertida en vampiro. Todo en silencio. Sin embargo, un grito ensordecedor se escuchó cuando Taylor Lautner salió de una casa forestal para saludar a su antigua amiga. Me quedó claro que ese chico es -definitivamente- el que despierta las pasiones y al que utilizan como sex symbol. Si no fuera así, Bill Condon hubiese prescindido de la escena en la que Jacob Black se va despojando de su ropa frente al padre de Bella, hasta quedar en boxer. Esa parte fue muy divertida, así como muchas del filme, que esta vez percibí más relajado y con una calidad que supera a las anteriores. Creo que estamos ante lo mejor de la saga. Esto me atrevo a decirlo, pese a no ser fanática de Crepúsculo y de no tener base literaria (no leí ningún libro). Pero podría jurar que a los seguidores les dieron lo que querían.


Es un producto bien logrado, con una buena fotografía y un color blanco que resalta convenientemente durante todo el metraje. El material se mantiene en constante dinamismo, tanto así que resulta difícil aburrirse. Saltos, transformaciones, metáforas sexuales, decapitaciones... El clímax, aunque largo, sobrepasa los límites de lo estético y deja al público con ganas de decir: "Buenísima". Qué lástima que a lo largo de estas cuatro pelis a mí no me terminaran de gustar sus protagonistas; más insípidos cada vez, no solo en estas historias, sino en todo lo que hacen. Conclusión: un final digno, donde lo mejor fue la batalla épica casi memorable. ¿Lo peor? La única escena de sexo (simple e incapaz de excitar). Lamentablemente nunca se despojaron del tono cursi dirigido a quinceañeras, pero bueno... eso fue todo, ended.

Valoración: 3 de 5

La Bestia tiene algo...



Hace 21 años la vida de Bella dio un cambio de 360 grados. Era una joven provinciana, quien vivía con su padre y solo se preocupaba por leer. No le interesaba el romance, o al menos eso demostraba cada vez que Gastón la pretendía. Pero un día conoció a una horrenda Bestia, la cual le robó el corazón poco a poco hasta que logró enamorarla perdidamente. Esta es mi sinopsis del cuento animado de Disney, que este mes está de aniversario (su estreno sucedió un 19 de noviembre de 1991).

 

Nunca he escondido que soy fanática de los clásicos de la compañía. Los he visto todos: Desde La Cenicienta, pasando por Los Aristogatos, hasta llegar a La Princesa y el Sapo y Enredados. Me pareció propicio hablar de esta película, pues hace poco se relanzó en 3D. Sin embargo, el impulso mayor es el análisis tan profundo que genera la relación de estos dos seres. En realidad, hay algo tremendo alrededor de esta historia, no en vano fue el primer largometraje de animación nominado al Oscar en la categoría de Mejor Película, y resultó ganadora en los Globos de Oro. Además, está considerada una de las mejores cintas románticas del cine, situada en la posición número 34 del ranquin. Una perfecta combinación de romance, música, fantasía, humor y hasta violencia (especialmente en la pelea con los lobos) es lo que vivimos grandes y chicos cada vez que la apreciamos. Y creo que ahí es donde radica la diferencia de la entrega, que puede ser una simple historia de amor para los niños y al mismo tiempo noquear a los adultos.  


Gary Trousdale y Kirk Wise fueron tan audaces que no escatimaron al momento de desarrollar los personajes llenos de energía y humanidad. Desde el minuto inicial queda claro que esta cinta tiene algo especial. Las primeras notas de la banda sonora -MAGNÍFICA, por cierto- nos demuestran que en efecto estamos ante un cuento de hadas, pero hay "algo", un elemento adicional, un toque oscuro, mágico... Y es que por primera vez los de Disney van en serio; para muestra, la puñalada que le da Gastón a la Bestia. Entonces Bella -en medio de la lluvia y de una entristecedora melodía- le declara su amor a la fea criatura, dejando claro que el físico no importa. Lo que en principio iba por un camino aterrador, desemboca en total ternura, sin caer en azúcares. Y para rematar, Bella es una de las pocas princesas de Disney con personalidad propia. ¡Es sencillamente impresionante!

Lo mejor: la banda sonora de Alan Menken y la escena en la que Bella aparece en el gran salón con el vestido amarillo. Hasta provoca bailar con la Bestia.


¿Ajá? No me gustó. ¿Es obligado?

Hablaré de La Cabaña en el Bosque (Drew Goddard),una cinta que, aún sin haber llegado a las salas de cine, es una de las más vistas en el último trimestre del año. Es de ¿Terror? No lo sé, de repente sí... De lo que sí estoy segura es que en mí no causó el mismo efecto que en otros cinéfilos, quienes le dieron 10 de 10 y afirmaron que es "lo mejor de 2012". Por las conversaciones que he escuchado y las críticas que he leído, he llegado a la conclusión de que se trata de una de esas películas que odian o aman en igual proporción. Me llamó mucho la atención una frase de cineralia.com, donde dicen que The Cabin in the Wood es  "como un refresco lleno de burbujas, con sabor clásico y adulzado". En mi opinión es un completo disparate, pero bueno... creo que eso ya lo he repetido en reiteradas ocasiones y la retroalimentación no ha sido buena.
Trataré de ser lo más ecuánime y objetiva posible y me limitaré a tratar puntos que tengan que ver con la trama, el guión y las actuaciones (Kristen Connolly, Chris Hemsworth, Fran Kranz, Richard Jenkins, Bradley Whitford, entre otros). Si me provoca, al final volveré al tema de las reacciones. Cinco adolescentes, (algo común en este tipo de propuestas) se preparan para pasar el fin de semana en una remota cabaña, situada en un bosque. En el sótano encuentran una extraña colección de reliquias y, entre ellas, un diario que habla de la antigua familia de psicópatas que ocupó la casa. Lo que no sospechan es que son observados y manipulados, y que sus vidas corren peligro. A partir de ese momento todo cambia. Aparecen zombies y -SPOILER- cada uno de los personajes son asesinados progresivamente. Ellos son una parte rescatable de esta entrega: correctos y lucidos. Fran Kranz está de lujo, realmente increíble.

Pero cuando me refiero a que "todo cambia" lo digo en todo el sentido de la palabra, pues nunca nos imaginamos que la historia tendrá un giro de esa inmensidad; tanto así que el género se tambalea y llega a ser más bien una parodia. El miedo se va, o mejor dicho nunca estuvo, llegan las risas. La sangre (al mejor estilo de salsa de tomate) ocupa la mayor parte del cuadro, bañándolo todo de rojo cómico e intenso. El filme se vuelve un caos y pierde el norte en un tramo final de locura, pero que al mismo tiempo es un regalo entregado al cine de terror y a los que quedaron con la boca abierta.



Valoración: 1 de 5

Sí… se puede sonreír en la enfermedad



"Magnífica, hilarante, humanista, inteligente y fresca, sin tener que apartarse un gran trecho del tópico", así define el Diario ABC (España) la película francesa Intocable, y no puede ser más exacto. Cuando comencé a verla no tenía el ánimo suficiente para una trama que me sumergiera en la depresión o me mostrara el “poder de superación” de un hombre condenado a una silla de ruedas. De verdad no quería eso. Sin embargo, a medida que avanzó la historia, me di cuenta de que se esforzaron por crear un guión que no permite que el público se sienta culpable de nada. ¿Cómo puede un enfermo cambiarle la vida a una persona que carece de compasión y que al mismo tiempo lo ayuda a no sentirse tan “miserable”? Eso ocurre con Philippe, un aristócrata que quedó tetrapléjico a causa de un accidente en parapente. Él contrata como cuidador a domicilio a Driss, un inmigrante de un barrio marginal recién salido de la cárcel. Lo más increíble es que la “liga” que forman es única y que, a pesar del drama, los personajes nunca dejan que la cinta se convierta en una sucesión de eventos creados para el lloriqueo y la cursilería.


En ningún momento olvidamos que hay un problema que amarga a Philippe, quien a pesar del dinero que tiene, no puede valerse por si mismo. Lo vemos babearse, sin poder si quiera bañarse o ponerse un pantalón. Peor aún, para él está negada la sensación en su miembro viril, pero en cambio se conforma con el placer que le proporcionan las caricias en sus orejas. Eso es lo llamativo del relato, que al final entendemos que Intocable es una comedia que reconcilia lo irreconciliable. Olivier Nakache y Eric Toledano (directores) lo supieron hacer. 


Yo sólo le quitaría algunas escenas que en sí mismas no aportan mucho. Y quizá le añadiría un poco más de diálogos. A pesar de eso, considero que está rodada primorosamente y que el desarrollo de los personajes es impecable, tanto que quedamos con ganas de conocer a los verdaderos. Los asuntos cargados de tensión los percibimos despojados de toda intención: ligeros, entretenidos y hasta divertidos. Claro, el mensaje - aunque intrínseco-  está, lo que nos permite terminar con una sonrisa y la impresión de que acabamos de estar frente a una de las mejores producciones del año.



5 de 5 

Ya conocemos a Tim Burton...


Es difícil pensar en otro director que no sea Tim Burton a la hora de apreciar un filme como Sombras Tenebrosas. También hubiese sido rarísimo no ver a Johnny Depp en el papel de Barnabas Collins. Desde Alicia en el País de las Maravillas no había querido ver nada de este cineasta fanático del lado gótico y oscuro de la cinematografía. Claro, porque el chasco fue muy grande y las ganas se esfumaron, pero cuando una nueva propuesta suya llega a la gran pantalla es inevitable escapar. Esta cinta aparece con un antecedente: fue un serial sesentero de la ABC titulado Dark Shadows,y cuyos derechos quedaron en las manos del protagonista. Todo eso resultó sumamente atractivo para Burton; así que se dispuso a recrearla y dirigirla para que llegara al público este año. Consiguió una actualización barroca y chispeante del excéntrico cuento de vampiros.


Una producción elegante que, aunque tiene grandes fallas en su hilo conductor, resulta entretenida y hasta divertida. Me reí mucho con la presencia de MacDonals (sí, así como lo leen). Ofrece elementos realmente destacables, por ejemplo: los escenarios, el vestuario y algunos efectos visuales. Muchos ya me conocen y saben que no es mi estilo, por lo tanto no puedo decir que me pareció el mejor filme del año, de hecho no tiene la más mínima intención de serlo. Creo que es otra cinta que se suma -sin muchas glorias- a la lista del extraño realizador. La interpretación de Depp es, como siempre, completa y satisfactoria. Esta vez le vemos un aire de comicidad que se mezcla con el tono misterioso y sangriento de la trama, y eso es realmente agradable. Si en algún momento me parecía que no había nada de foco con respecto al género, luego se me olvidaba cuando observaba cómo este actor es capaz de sacar adelante un proyecto.



Pero no hay que negar lo innegable, no puedo obviar una cosa: Sombras Tenebrosas gustará mucho a las personas que vieron la serie original. Yo no soy una de ellas... Por lo tanto, a mí se me hizo una película de momento, con baches que se equilibran con buenas escenas. De todas formas, no importa, no le echemos tanta cabeza al asunto. Tim Burton es Tim Burton y todos sabemos lo que le gusta hacer. La mayoría de los directores tiene sus luces y sus sombras, aunque creo que él está más tiempo entre las sombras y aún así lo siguen. No pierde la esperanza y sigue su olfato, su instinto... Nunca se va en blanco y casi siempre complace a su gente. ¡Bien por él!

Puntuación: 2,5 de 5

Modo Crepúsculo


Existen varias razones para ver la nueva versión del cuento de Blancanieves, aunque en esta del director Rupert Sanders, la que menos interesa es precisamente su princesa. Importa más un cazador que termina de cautivar a fanáticas y al público en general. Hablo, por su puesto, de Blancanieves y la Leyenda del Cazador (2012), la cual llega a las carteleras de cines de la mano de Universal Pictures. Se trata de una versión oscura del cuento de los hermanos Grimm, donde solo una mujer (Kristen Stewart) supera en belleza a una reina tan malvada (Charlize Theron) que está dispuesta a acabar con ella. Sería mezquino decir que en esta entrega no se conservan los elementos propios de la trama original: el espejo, los enanos (muy bien logrados), la manzana y el bosque.


Lo que no me cuadra es por qué hay tanta inconsistencia en cuanto al género. Tal como reseñó Entertainment Weekly, la película se convierte en una estruendosa épica medieval, llena de monstruos y batallas, pero luego empieza a perder el pulso de su mística de cuento de hadas. "Es como ver Furia de Titanes, Game of Thrones, Drácula y Juana de Arco". Y hablando de Juana de Arco, a Stewart le quisieron poner el traje de heroína para esta cinta y, más allá de convencer a la audiencia, lo que transmite es una sensación de incomodidad que no puede disimular ni siquiera al pelear con las extrañas bestias a las que se enfrenta. Su "modo Crepúsculo" es insoportable. ¿Qué será lo que tiene que hacer esta actriz para que todos crean que es capaz de interpretar algo distinto a Bella Swan? Y es que lo único que faltó en Blancanieves y el Cazador fue la presencia de Robert Pattinson para comprobar definitivamente que el espíritu de los vampiros no ha podido salir del cuerpo de esta joven que, además, enfrenta este estreno envuelta en un escándalo de infidelidad, algo que le atribuye más morbo que cualquier otra cosa. Pero ese es otro tema.


Si se debe destacar algo son los efectos especiales, tan buenos que aún después de tantas producciones hechas con exagerados CGI, todavía dejan espacio para la capacidad de asombro del espectador. Los paisajes son de lujo, así como la fotografía. Con respecto a las demás actuaciones, encontramos a un adecuado Chris Hemsworth, quien salva la patria -como diríamos coloquialmente- y se ve extremadamente guapo debajo de ese papel de cazador desaliñado y dolido por la muerte de su esposa. A Theron, como la bruja, la sentí un poco sobreactuada, aunque supongo que fueron exigencias mayores para llevar a término exitoso ese personaje que ha sido caracterizado tantas veces. En fin, dos horas de entretenimiento que no quedarán en el recuerdo mucho más tiempo del que estará en cartelera.
2,5 de 5






Yo me quedaría en esa luna



Es la primera vez, desde que Quinta Fila vio la luz, que hablo de un cortometraje. Con tantas producciones de minutos prolongados no había podido hacer un "huequito" para darle mérito a una obra que no pasara mucho tiempo en la pantalla. El día llegó y el puesto se lo ganó uno tan fascinante que siento que me quedaré corta (como él) y que estas líneas no me alcanzarán para definirlo. Se llama La Luna, es de Pixar, lo escribió y lo dirigió Enrico Casarosa y lo proyectan en todas las salas de cine antes de la función de Brave. Me cuesta explicar lo que sentí desde el instante en que inició aquel espectáculo. Los niños también demostraron su embeleso. Todos los que estaban a punto del colapso y la locura quedaron en silencio y no hicieron otra cosa que observar a ese niño que salió de la oscuridad para comenzar un viaje de iniciación difícil de olvidar.



La fábula muestra a un jovencito en la más peculiar de las circunstancias. Una noche se va con su padre y su abuelo, quienes lo llevan al trabajo. En un barco de madera enfilan el mar y, cuando no tienen la tierra a la vista, se detienen. Esperan. De repente el pequeñito se lleva una sorpresa: la Luna está ante sus ojos, pero él tiene que descubrirla, que entenderla... Conoce la forma tan inusual en la que trabaja su familia, hasta que le toca decidir si debe seguir el ejemplo de su papá o del anciano. Lo que más llamó mi atención es que no escoge a ninguno de los dos, sino que es capaz de encontrar su propio método. Debo aclarar que en ningún momento pronuncian una sola palabra. Podría decirse que es cine mudo, pero con una magia y una música que atrapa de manera poderosa.



Pixar sigue potenciando su talento. Casarosa es un prestigioso ilustrador y animador, cuyos créditos incluyen: Ice Age, Ratatouille o Up. Con La Luna pasó de la teoría a la práctica, y de qué manera. Desde su estreno en 2011 ha recibido únicamente elogios, sin contar con su nominación a los Oscar en la categoría Mejor Cortometraje. La candidez con la que aborda el relato es lo que la hace grande. Pero además hay una belleza y una profundidad que se confunden entre sí. Por ahí leí que es una "joyita" del cine y que brilla con luz propia, así como su protagonista. Con todo su esplendor y sus pedacitos de estrellas, La Luna se queda en el corazón y en la mente de los que tuvimos la dicha de apreciarla como se debe. No es exagerado decir que te abraza tanto que aún después de haber comenzado Valiente sigues pensando en esos pequeños detalles que la conformaron. Un hermoso cuento para atesorar por siempre... Yo me quedaría en esa luna.



Puntuación: 5 de 5

Ahora Pixar nos invita a la reflexión


Nada mejor que ir al cine con mi hija. Las dos sentadas ahí, en medio de 50 niñitos que se ríen, hablan, comen cotufas, gritan o lloran. Eso es parte de la diversión, supongo, aunque con lo último no termino de acostumbrarme. Decidimos ver Brave y a pesar de las críticas previas me mantuve imparcial y con ganas. Mucho había investigado yo acerca de los inicios en la realización de esta película de Pixar Animation Studios; que si cambió de directora a última hora, que si tenía un tono más maduro y oscuro. Lo que me encontré en la sala fue algo tremendamente maravilloso, una cinta deliciosa, con un diseño de personajes perfectos y una animación que rebosa las expectativas de cualquiera.



Para empezar nos muestran escenarios espectaculares, los cuales dibujan la Escocia de la Edad Media. Y lo más interesante del caso es que no hay que ser un historiador para entender lo que plantea la historia con respecto a los reinos y las leyendas de ese lugar. Todo el relato llega de manera que tanto niños como adultos nos quedamos pasmados durante los 100 minutos de metraje. Debo decir que ese tiempo se pasa volando. El ritmo es estupendo y no decae. Contemplar la hermosura que hay en la pantalla es lo más llamativo de Valiente (nombre en Latinoamérica). Supuestamente, cuando crearon Enredados se esmeraron en darle vida y personalidad propia a la melena de Rapunzel, pero aquí los rizos rojos de Mérida no se quedan atrás. Creo que ahora ambas tendrán que disputarse el puesto de "el mejor cabello de Disney". También debo hablar de los animales tan reales que conforman el reparto, pues tienen el aspecto exacto. Los osos gozan de un alto grado de protagonismo, pero a muchos pequeños podrían causarles cierto temor.




Tampoco pueden evitarse las comparaciones. Es una entrega muy distinta a las otras de Pixar. Esta es la primera vez que "contratan" a una protagonista femenina y también el debut de los estudios en los cuentos de hadas. La chica tiene otras características: es decidida, independiente y no quiere novio. Es decir, en Brave no hay príncipe ni malvados de cartón. Hay verdades y elementos que conforman una historia que no te deja indiferente. Es profunda y orientada más a niñas que a niños. Casi lloro al ver la relación entre Mérida y su madre. ¿Son tontas las películas con mensaje? No y lo defiendo. En esta oportunidad comprendí que todas, alguna vez, hemos tenido una lucha con nuestras mamás, pero no podemos cambiarlas. Y al ser nosotras las que miramos del otro lado, sabemos que a los hijos solo podemos guiarlos, no controlarlos. Ellos recorrerán su camino. Lo único que nos queda es mostrarles el mejor...



Valoración: 4 de 5

Quedé con ganas...


Después del exitazo en taquilla que generó la cinta 3 Metros Sobre el Cielo era un completo error que el español Fernando González Molina no pensara en hacer una segunda parte del producto admirado por una incondicional audiencia. La trama, basada en la continuación del libro de Federico Moccia, cae como un bálsamo que calma -sin dudas- las ansias de esas jovencitas desesperadas por volver a ver a Mario Casas en el cautivador papel de Hache. Tengo Ganas de Ti se presenta con menos emoción que su predecesora. Aquí el encanto del primer amor ya no existe. Atrás quedaron los arranques de pasión desenfrenada y las cabezas locas que lo dan todo para estar con "la persona indicada". ¿Qué más podía contarse? Teníamos que ver al chico malo regresar de Londres y enfrentarse a Babi (María Valverde), ahora convertida en un cero a la izquierda. No era condición sine qua non que se juntaran como si nada hubiese pasado.

Vemos un enamoramiento más tranquilo y una serie de reflexiones que tropiezan con el esquematismo de los adultos. Peca de una acumulación de situaciones melodramáticas, pero resulta que no ha perdido su esencia, tanto así que ahora provee otros temas que -por supuesto- son característicos de la edad joven: drama urbano, violaciones, embarazos no deseados, un poco de humor, diversión y sexo del "bueno". El guión vuelve a estar en las manos de Ramón Salazar, quien dejó bastantes huecos y la sensación de no saber si habrá una tercera entrega. Yo preferiría que no, aunque me gustaría. El solo hecho de ver al protagonista en acción ya es un motivo suficiente para quedar con "las ganas". Él es la única estrella de un filme que, sin ser mayor cosa, está muy bien diseñado e inteligentemente facturado.


En esta producción entra la actriz Clara Lago (La Cara Oculta), con una actuación arrolladora y el deber de equilibrar la personalidad de Hache. Juntos tienen química y recrean escenas parecidas a las de la primera, pero menos cursis. Esta vez el realizador decide ofrecerle al público más desnudos; así observamos topples y un inolvidable trasero. Me agradó y no me sorprendió ver la evolución de los personajes y se agradece el hecho de que conservaron casi todo el elenco original, incluyendo a "Pollo". Sin embargo, por más que trato de centrarme en un punto y de hablar de la película como cinematografía, no puedo. Quitarme de la mente la estampa de Casas y todo lo que transmite es algo que se aleja de la objetividad. Hay actores que llegaron a este mundo para enamorar y él es uno. !Sencillamente irresistible!


VALORACIÓN: 3.9 / 5