¿Recuerdan La Pasión de Cristo? Bueno...


No. No lo dudes ni un segundo. Corre a la sala de cine más cercana y siéntate en la butaca de tu preferencia a ver 12 Años de Eslavitud. No te arrepentirás, por el contrario, agradecerás haberte topado con una de las mejores películas que se han hecho sobre el tema de los negros en mucho tiempo. Sufrirás, sí, pero sin lágrima, y sabrás que se te está torciendo el alma con escenas brutales que fueron manejadas con la mano del gran director Steve McQueen. Él logró mostrar en pantalla un relato fuerte, apasionado, crudo y real; aunque todo eso comienza con la estupenda adaptación que hizo John Ridley de la biografía de Salomón Northup. Ese hecho que ocurrió en 1850 nos deja con la boca abierta, sobre todo por el afán de incluir las tomas prolongadas con la intención de que se alargue nuestra agonía... ¿Recuerdan La Pasión de Cristo? Bueno, por ahí van los tiros. 


Un hombre de color -culto y libre-  es secuestrado para ser vendido como esclavo en el Sur en una plantación de Louisiana. Renunciando a abandonar la esperanza, Salomón contempla cómo todos a su alrededor sucumben a la violencia, al abuso emocional y a la desesperanza. Sin embargo, él es inquebrantable. No se rinde y lucha por su libertad hasta lo último. Esa interpretación no hubiese sido posible sin Chiwetel Ejiofor, un actor de esos de carácter, con una mirada punzante y un desenvolvimiento sencillamente SENSACIONAL. No en vano opta por el Oscar este año. A él lo acompañan Michael Fassbender (inmenso) y la espectacular Lupita Nyong’o, quien también está en la espera de la estatuilla dorada con muchas, muchísimas posibilidades de ganar. 


Dos escenas con ella son imposibles de olvidar: cuando suplica muerte y la del jabón... En conclusión, esto es un PELICULÓN que se queda guardado en lo más recóndito de tu mente. Una cinta intensa, desgarradora y acogedora... como si hubieses estado allí. Creo que tiene 90 porciento de probabilidades de robarse el crédito mayor el próximo 2 de marzo. Esperemos la decisión de los académicos, mientras tanto, disfrutemos de esta maravilla hecha cine.


 Valoración: 5 de 5

Violencia admitida y controlada




Están pasando tantas cosas en Venezuela, que no he visto mucho cine. Mis sentidos están en Twitter, Facebook, Instagram o cualquier red social que informe los acontecimientos. En el mejor de los casos, he estado en la calle. Pero tengo días con una película en la mente: The Purge (La Purga). No sé si será por la coyuntura, lo cierto es que la comparo con los hechos actuales de violencia. En el año 2022, una futura sociedad distópica, el régimen político vigente, llamado Nueva Fundación de los padres de América, ha decidido como medida catárquica implantar la "purga anual", una regla con la que una noche de cada año se puede cometer cualquier crimen, incluyendo asesinatos y violaciones, sin tener que hacer frente a las consecuencias ni responder ante la justicia. 



No se puede pasar por alto el hecho de que, a pesar de ciertas fallas, la cinta es muy atractiva. Tiene una tensión que va perdiendo poco a poco, y que al mismo tiempo te hace comer uñas. Todo es contención, narración, sobriedad e ideas, que el director James DeMonaco supo armar. La Purga es, en apariencia, una historia de terror, pero es aderezada con otros géneros funcionales y atrapantes. El guion (también de DeMonaco) me pareció bastante sólido y las actuaciones muy correctas, sobre todo la de Ethan Hawke. Predecible a ratos, y a veces con inesperadas sorpresas.



La entrega desarrolla un buen argumento durante 85 minutos. Se desinfla, sí, pero eso no impide que nos hagamos varias preguntas: ¿A eso podemos llegar? ¿Nuestro país tendrá la fuerza suficiente para resistir algo así? O ¿Ya lo estamos viviendo? Esto es un caldo social de una América del futuro, donde la violencia es admitida y controlada por el gobierno de una curiosa manera. No lo niego, esta trama -enmarcada en una fotografía que escarba en la oscuridad- me produjo un tipo de temor extraño, ayudándome también a mantener la esperanza y a decir la frase que los venezolanos llevamos 15 años pronunciando: “No vale, no creo”.

Valoración: 3 de 5

DiCaprio, un lobo que debora la pantalla


Es cierto que hay mucha calidad este año , y que las películas nominadas al Oscar son de las mejores que han pasado por la gran pantalla. He visto la mayoría, y la verdad es que me han gustado. Pero lo que me sucedió con El Lobo de Wall Street fue algo completamente electrizante. La cinta dura tres horas, y por eso le había sacado el cuerpo. Cuando me decidí a verla quedé estupefacta. Esas horas se convirtieron en 15 minutos. Se trata de un festín de imágenes frenéticas que solo pudo salir de las manos de Martin Scorsese hoy a sus 72 años. Literalmente este director hizo lo que le dio la gana. Desde que comienza la trama se sabe que hay un excelente trabajo de producción, guión y -sobre todo- ACTUACIÓN. Y lo digo en mayúscula, porque no me salen las palabras para describir el trabajo de Leonardo DiCaprio en esta entrega.


El recordado Jack de Titanic se despoja de todo su cuero y se tira este metraje encima él solito, aunque con la ayuda de un también impresionante Jonah Hill. Pero ninguna otra de sus interpretaciones se compara con esta. Está de lujo, perfecto. Lo hace ver tan fácil, que cualquiera puede pensar que él en realidad es Jordan Belfort, que es así de ambicioso, repugnante, obsesivo y asesino. Sí, asesino, pero en lugar de armas utiliza el teléfono. Su papel como un embaucador y estafador de la bolsa, amante de los excesos y consumidor empedernido de todo tipo de drogas, es una amalgama de registros interpretativos sin precedentes, creíbles y con una fuerza absolutamente aplastante, que lo convierten en uno de los grandes favoritos como Mejor Actor en los premios de la Academia 2014. Si no estuviera Matthew McConaughe en sus narices yo personalmente fuera y le pusiera la estatuilla en sus manos. El mismo DiCaprio dijo en una entrevista: "Siento que la audiencia lo va a encontrar interesante. Es una historia que busca pasar los límites establecidos, es explícita, arriesgada, indulgente y cruda. Un reflejo del estilo de vida de Wall Street en los años 80 y 90". La recomiendo con los ojos cerrados. Aprovechen que está en cartelera, no se dormirán ni se aburrirán nunca, se los aseguro. 



Valoración: 10/10

No llegará más lejos de lo que ya llegó...


Aún con un centenar de críticas negativas, Delivery Man se encuentra todavía en la cartelera marabina. Una película que aquí titularon Una Familia Numerosa y que viene a ser esa opción "ligera" para disfrutar con un grupo de amigos sin muchas exigencias. Eso me pasó a mí... Me invitaron al cine, me pagaron la entrada y yo solo tuve que preocuparme por tratar de concentrarme en la cinta, que transcurría en medio de ciertas risas y más de una broma de los presentes en la sala. Al salir agradecí no haber gastado mi dinero, pues la entrega de Ken Scott no llega al nivel que uno quisiera en los más de 100 minutos que dura el metraje. Resulta que este cineasta nos presenta un remake de su película Starbuck (2011), en el cual vemos a un hombre que se hace famoso por ser un potencial donante de esperma. Él, en el peor momento de su vida, descubre que es padre nada menos que de 533 hijos, ya que en la clínica de fertilidad donde donó su "material" cometieron un error. 


El argumento suena divertido, y -de hecho- hay ciertos momentos en que no podemos ocultar las carcajadas, solo que a la cinta le falta esa fuerza que requieren las comedias americanas para no caer en el terreno de lo tedioso y repetido. Lamentablemente, Delivery Man se hace más larga de lo que es gracias a la estirada innecesaria que le imprimieron. Por otro lado, el personaje de Vince Vaughn (protagonista) está completamente despojado de cualquier gracia. Lo que salva la propuesta es la participación de Chris Pratt, quien hace el papel del mejor amigo de Vaughn. De este último provienen los mejores gags. En resumidas cuentas, no es un filme terrible, solo que no tardará mucho tiempo en perderse en el mar de lo no destacable. Ni se queda en tu mente ni te resulta del todo auténtica. Ideal para alquilarla y verla un domingo a las 3.00 de la tarde. Una Familia Numerosa es tan simple y sencilla que no llegará más lejos de lo que ya llegó.


Valoración: 2 de 5