Ya conocemos a Tim Burton...


Es difícil pensar en otro director que no sea Tim Burton a la hora de apreciar un filme como Sombras Tenebrosas. También hubiese sido rarísimo no ver a Johnny Depp en el papel de Barnabas Collins. Desde Alicia en el País de las Maravillas no había querido ver nada de este cineasta fanático del lado gótico y oscuro de la cinematografía. Claro, porque el chasco fue muy grande y las ganas se esfumaron, pero cuando una nueva propuesta suya llega a la gran pantalla es inevitable escapar. Esta cinta aparece con un antecedente: fue un serial sesentero de la ABC titulado Dark Shadows,y cuyos derechos quedaron en las manos del protagonista. Todo eso resultó sumamente atractivo para Burton; así que se dispuso a recrearla y dirigirla para que llegara al público este año. Consiguió una actualización barroca y chispeante del excéntrico cuento de vampiros.


Una producción elegante que, aunque tiene grandes fallas en su hilo conductor, resulta entretenida y hasta divertida. Me reí mucho con la presencia de MacDonals (sí, así como lo leen). Ofrece elementos realmente destacables, por ejemplo: los escenarios, el vestuario y algunos efectos visuales. Muchos ya me conocen y saben que no es mi estilo, por lo tanto no puedo decir que me pareció el mejor filme del año, de hecho no tiene la más mínima intención de serlo. Creo que es otra cinta que se suma -sin muchas glorias- a la lista del extraño realizador. La interpretación de Depp es, como siempre, completa y satisfactoria. Esta vez le vemos un aire de comicidad que se mezcla con el tono misterioso y sangriento de la trama, y eso es realmente agradable. Si en algún momento me parecía que no había nada de foco con respecto al género, luego se me olvidaba cuando observaba cómo este actor es capaz de sacar adelante un proyecto.



Pero no hay que negar lo innegable, no puedo obviar una cosa: Sombras Tenebrosas gustará mucho a las personas que vieron la serie original. Yo no soy una de ellas... Por lo tanto, a mí se me hizo una película de momento, con baches que se equilibran con buenas escenas. De todas formas, no importa, no le echemos tanta cabeza al asunto. Tim Burton es Tim Burton y todos sabemos lo que le gusta hacer. La mayoría de los directores tiene sus luces y sus sombras, aunque creo que él está más tiempo entre las sombras y aún así lo siguen. No pierde la esperanza y sigue su olfato, su instinto... Nunca se va en blanco y casi siempre complace a su gente. ¡Bien por él!

Puntuación: 2,5 de 5

Modo Crepúsculo


Existen varias razones para ver la nueva versión del cuento de Blancanieves, aunque en esta del director Rupert Sanders, la que menos interesa es precisamente su princesa. Importa más un cazador que termina de cautivar a fanáticas y al público en general. Hablo, por su puesto, de Blancanieves y la Leyenda del Cazador (2012), la cual llega a las carteleras de cines de la mano de Universal Pictures. Se trata de una versión oscura del cuento de los hermanos Grimm, donde solo una mujer (Kristen Stewart) supera en belleza a una reina tan malvada (Charlize Theron) que está dispuesta a acabar con ella. Sería mezquino decir que en esta entrega no se conservan los elementos propios de la trama original: el espejo, los enanos (muy bien logrados), la manzana y el bosque.


Lo que no me cuadra es por qué hay tanta inconsistencia en cuanto al género. Tal como reseñó Entertainment Weekly, la película se convierte en una estruendosa épica medieval, llena de monstruos y batallas, pero luego empieza a perder el pulso de su mística de cuento de hadas. "Es como ver Furia de Titanes, Game of Thrones, Drácula y Juana de Arco". Y hablando de Juana de Arco, a Stewart le quisieron poner el traje de heroína para esta cinta y, más allá de convencer a la audiencia, lo que transmite es una sensación de incomodidad que no puede disimular ni siquiera al pelear con las extrañas bestias a las que se enfrenta. Su "modo Crepúsculo" es insoportable. ¿Qué será lo que tiene que hacer esta actriz para que todos crean que es capaz de interpretar algo distinto a Bella Swan? Y es que lo único que faltó en Blancanieves y el Cazador fue la presencia de Robert Pattinson para comprobar definitivamente que el espíritu de los vampiros no ha podido salir del cuerpo de esta joven que, además, enfrenta este estreno envuelta en un escándalo de infidelidad, algo que le atribuye más morbo que cualquier otra cosa. Pero ese es otro tema.


Si se debe destacar algo son los efectos especiales, tan buenos que aún después de tantas producciones hechas con exagerados CGI, todavía dejan espacio para la capacidad de asombro del espectador. Los paisajes son de lujo, así como la fotografía. Con respecto a las demás actuaciones, encontramos a un adecuado Chris Hemsworth, quien salva la patria -como diríamos coloquialmente- y se ve extremadamente guapo debajo de ese papel de cazador desaliñado y dolido por la muerte de su esposa. A Theron, como la bruja, la sentí un poco sobreactuada, aunque supongo que fueron exigencias mayores para llevar a término exitoso ese personaje que ha sido caracterizado tantas veces. En fin, dos horas de entretenimiento que no quedarán en el recuerdo mucho más tiempo del que estará en cartelera.
2,5 de 5






Yo me quedaría en esa luna



Es la primera vez, desde que Quinta Fila vio la luz, que hablo de un cortometraje. Con tantas producciones de minutos prolongados no había podido hacer un "huequito" para darle mérito a una obra que no pasara mucho tiempo en la pantalla. El día llegó y el puesto se lo ganó uno tan fascinante que siento que me quedaré corta (como él) y que estas líneas no me alcanzarán para definirlo. Se llama La Luna, es de Pixar, lo escribió y lo dirigió Enrico Casarosa y lo proyectan en todas las salas de cine antes de la función de Brave. Me cuesta explicar lo que sentí desde el instante en que inició aquel espectáculo. Los niños también demostraron su embeleso. Todos los que estaban a punto del colapso y la locura quedaron en silencio y no hicieron otra cosa que observar a ese niño que salió de la oscuridad para comenzar un viaje de iniciación difícil de olvidar.



La fábula muestra a un jovencito en la más peculiar de las circunstancias. Una noche se va con su padre y su abuelo, quienes lo llevan al trabajo. En un barco de madera enfilan el mar y, cuando no tienen la tierra a la vista, se detienen. Esperan. De repente el pequeñito se lleva una sorpresa: la Luna está ante sus ojos, pero él tiene que descubrirla, que entenderla... Conoce la forma tan inusual en la que trabaja su familia, hasta que le toca decidir si debe seguir el ejemplo de su papá o del anciano. Lo que más llamó mi atención es que no escoge a ninguno de los dos, sino que es capaz de encontrar su propio método. Debo aclarar que en ningún momento pronuncian una sola palabra. Podría decirse que es cine mudo, pero con una magia y una música que atrapa de manera poderosa.



Pixar sigue potenciando su talento. Casarosa es un prestigioso ilustrador y animador, cuyos créditos incluyen: Ice Age, Ratatouille o Up. Con La Luna pasó de la teoría a la práctica, y de qué manera. Desde su estreno en 2011 ha recibido únicamente elogios, sin contar con su nominación a los Oscar en la categoría Mejor Cortometraje. La candidez con la que aborda el relato es lo que la hace grande. Pero además hay una belleza y una profundidad que se confunden entre sí. Por ahí leí que es una "joyita" del cine y que brilla con luz propia, así como su protagonista. Con todo su esplendor y sus pedacitos de estrellas, La Luna se queda en el corazón y en la mente de los que tuvimos la dicha de apreciarla como se debe. No es exagerado decir que te abraza tanto que aún después de haber comenzado Valiente sigues pensando en esos pequeños detalles que la conformaron. Un hermoso cuento para atesorar por siempre... Yo me quedaría en esa luna.



Puntuación: 5 de 5