Capuletos y Montescos, vivos y muertos...


El filme comienza y yo sin mucho ánimo, aunque atraída por una imagen bien pintada en alta definición. Un joven camina por una calle de nadie haciendo un monólogo interno (en voz en off) de lo que es ahora su vida en el mundo de los muertos. Sí, es un zombi. En ese momento me entusiasmo menos, pero me quedo. Warm Bodies (Memorias de un Zombie Adolescente) no es ese tipo de películas que llaman la atención de entrada. Sin embargo, el planteamiento y la dirección de Jonathan Levine (quien se basa en la novela de Isaac Marion) transita por unos caminos tan correctos que, al final, lo que parece ser una inevitable debilidad logra salvar todo el producto. Es un coctel de tonos dispares con un elemento redentor: resulta convincente como autoparodia. Un cadáver con problemas existenciales entabla una extraña amistad con la novia de una de sus víctimas -entiéndase, el chamo a quien le come los sesos-. Esta insólita relación provoca una reacción en cadena y cambia su vida, la de otros zombis y probablemente la de todo el planeta.



Jamás me imaginé viendo una historia de amor entre una humana y un "muchacho" con la boca llena de sangre y cicatrices por todos lados. Durante el metraje, mi mayor preocupación fue: "¿Cómo va a besarla?". Y si a eso le suman el hecho de que la capacidad para comunicarse es casi nula, aumenta la angustia. Aun así, ya para el momento del desarrollo de la amistad entre ambos yo estoy más interesada en la trama. Quizá es inevitable pensar en Crepúsculo, aunque con el alivio de que esta no llega a tomarse tan en serio como esa saga que, a Dios gracias, ya terminó. Celebro en gran manera que la propuesta haya dado como resultado una película contradictoria, excéntrica, divertida... Levine maneja el material con astucia.




Lo único que podría criticarle sería su deseo por querer quedar bien con medio mundo y que después de la mitad pierda un poco ese humor negro con el que arranca. De todas formas, no es mal de morir. Lo que más distingue a Memorias de un Zombie Adolescente es que, previsible y todo, no defrauda en lo absoluto. Creo que este cuento reinventa a Romeo y a Julieta, solo que -en lugar de Capuletos y Montescos- hay vivos y muertos. En fin, una cinta diferente e inventiva que muchos disfrutarán de principio a fin. Romance, comedia, fantasía, terror... ¡Para todos hay! En mi opinión, lo mejor es el mensaje con el cual concluye: el amor todo lo salva, todo lo restaura, todo lo regenera, hasta las células...




Nota: El humor negro y sarcástico en la primera parte de la cinta funciona a la perfección; luego lo pierde un poco, pero el argumento es tan divertido y excéntrico que atrapa de verdad. Un romance simpático y diferente

Valoración: 3 de 5





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