El Súperman de esta generación


Repetiré lo mismo que dije al salir del cine: Man of Steel  no defrauda en lo absoluto. Es una piñata, de las caras, con todos sus coroticos. Henry Cavill llegó desde otro mundo para quedarse. Nada más cierto que eso y nada más cierto que esta nueva entrega de Súperman está cautivando a más de uno. Sus exagerados efectos visuales y sonoros hacen que los fanáticos expresen a viva voz: "¡Es buenísima!", algo que no es del todo mentira. La película es una opción y no es necesariamente una mala opción; es entretenida, tiene buenas actuaciones (en especial la de su alucinantemente guapo protagonista). El problema es que su estruendoso planteamiento trata de ocultar los baches, pero nosotros no somos tan despistados como para no percibirlos. Lois Lane (Amy Adams) es humana y aun así vuela en fracciones de segundos a cualquier sitio donde haya caído su héroe. Y así por el estilo... Es una cinta tan aparatosa, con tantas explosiones, que por momentos se hace pesada. Las pretensiones son bastante grandes y el tono serio es casi inquebrantable. Solo en dos o tres oportunidades nos reímos con algunos diálogos que no son cien por ciento intencionales.


Pero claro que no hay dudas de que este Súperman se para con buen pie y viene a ocupar el lugar que le corresponde en esta nueva generación. Zack Snyder hizo lo suyo y a cada escena le dio un toque catastrófico con el propósito de que el público mantenga la atención durante los 143 minutos que dura. Además, el gran Christopher Nolan se las ingenia para contar de manera atractiva una historia que ya se nos había olvidado. Así nos muestran los orígenes extraterrestres del personaje, con un preámbulo fascinante y una estética que trasciende más allá de sus límites. Luego tenemos el drama y hasta el melodrama. Del romance no hablo mucho, pues el par de tórtolos no cala. Un besito -como para no dañar la clasificación A y así aprovechar el dinero que puedan gastar los padres llevando a sus hijos- es lo único que representa el gusto entre Lois y Clark. Por otro lado, me llamó la atención lo vieja que luce a estas alturas Diane Lane, quien hace el papel de la mamá adoptiva del hombre de acero. Ya sabía que a Kevin Costner le había caído comején, pero esta actriz tiene los años muy en su contra, y no es cuestión de maquillaje, no, señor, así está. En fin, no dejen de verla. Man of Steel sí tiene su luz, se distingue... Y Cavill, junto con sus músculos, hace que cada instante valga la pena.



Valoración: 3,5 de 5

Un tanto pesada y exagerada, Man of Steel no ostenta defectos tan importantes, pero lo que hay, lo vemos con claridad. Henry Cavill es, quizá, el elemento más loable en esta prepotente obra


0 Response to "El Súperman de esta generación"

Publicar un comentario