Encontrarme al hijo de Clint Eastwood


Las grandes industrias nos prometieron películas que estamos esperando para el último trimestre del año. De hecho, durante esos meses siempre llegan las que aspiran a colarse en los premios de la Academia. Mientras eso ocurre, yo me he topado con unas cuantas sorpresas como The Longest Ride (El Viaje más Largo). Esta cinta es el resultado de otra de las obras de Nicholas Sparks, el escritor de los libros románticos que han sido adaptados al cine casi en su totalidad. Y, aunque en esta oportunidad no se aleja mucho de lo que está acostumbrado a contar, nos regala un amor que viaja del pasado al presente con una muy buena técnica. Transcurre en la hermosa Carolina del Norte, lugar al que le sacan todo el provecho. Sus carreteras, sus campos, sus granjas, sus caballos... Todo eso embellece la pantalla y le otorga un punto a favor al filme dirigido por Geroge Tilman Jr. Allí se desarrolla la relación entre el joven cowboy Luke Collins (un antiguo campeón de rodeo buscando su vuelta a la competición) y Sophia (una estudiante a punto de embarcarse en su sueño de trabajar en el mundo del arte en Nueva York).


Me voy a detener un momento para hablar de los protagonistas, pues tengo que decir que encontrarme con el hijo de Clint Eastwood fue bastante grato. Scott se impone. Su presencia es la de un actor al que no le hace falta esforzarse mucho por transmitir emociones. Es hábil en las escenas con los toros y tierno cuando le toca moverse en el romance. Eso sin contar que es imposible no comparar su agraciado físico con el de su padre. A decir verdad lo disfruté bastante. Y luego está Britt Robertson, con un carisma como pocas en el séptimo arte. 


No tendrán una nominación en los Oscar, pero están justos y acorde con la trama. Para mí lo mejor de El Viaje más Largo es que el relato de conflicto pasional se adereza con otro aún más romántico en flashback, que recuerda el viejo Alan Alda (grandioso). De esa subtrama surge un suave paisaje de amores plenos, de vida rápida, al estilo de aquel de Carl y Ellie en el genial pasaje de Up. En conclusión,  esta es una película intensa y extremadamente agradable, que solo apreciarán los que vayan a ella conscientes de lo que verán. 



Valoración: 4 de 5

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