Todo estalla como una bomba...


Yo estoy muy emocionada porque, al fin, vuelve Quinta Fila. Me ha hecho falta compartir con ustedes lo que pienso y lo que siento con cada película que veo, aunque tengo que confesar que había estado un poco desconectada de este mundo. Las cosas cambiaron, y cambiaron tanto que la misma situación afecta al momento de ir al cine o comprar un blu-ray, pero ese es otro tema y no lo voy a abordar aquí...


Vengo con una cinta que vi hace poco y que me dejó, literalmente, con la boca abierta. Se trata de la argentina Relatos Salvajes, dirigida y escrita por Damián Szifrón y la cual estuvo nominada a Mejor Película Extranjera en la reciente edición de los premios Oscar. Tenía mucho tiempo sin que una entrega me atrapara de tal manera. Consta de seis episodios que alternan intriga y violencia. Es como si estuvieras viendo varias películas en una. Ni las historias ni los personajes confluyen. Sin embargo, todos se verán empujados hacia el abismo, hacia el innegable placer de perder el control (aquí me di cuenta cuán vulnerable es el ser humano y cuán fácil es llegar al límite). En la trama las personas cruzan la delgada línea que separa la civilización de la barbarie.

Te puedo asegurar con toda responsabilidad que en ningún momento tu atención va a decaer frente a la pantalla. Las tramas transcurren unas tras otras con un ritmo estrepitosamente delirante. Te reirás (sin que sea una comedia intencional), te pondrás las manos en la cabeza, gritarás y hasta te darán ganas de apagar la tele. Todo eso te produce Relatos Salvas, en cuyo reparto resalta la figura del actor Ricardo Darín (El Secreto de sus Ojos). Él no es el protagonista, simplemente le da vida a una de los cuentos de este delicioso compendio de extraños sucesos independientes. Pero -por supuesto- su actuación es bárbara, bestial...


Otra cosa que me fascinó de este filme es que no nos mintieron con el título. Los relatos son así, salvajes, espeluznantes, horrorosos, increíbles. Poseen una estructura ideal y te da la sensación de que detrás hay una maldad que oscurece lo que toca en cuestión de segundos. En esta obra hay sabiduría por parte del cineasta. Lo mejor es que cada final estalla como una bomba y tú quedas inmóvil.



Puntuación: 5 de 5

El filme nos asombra desde el principio hasta el final. Todas las actuaciones están de lujo y la mano del director trazó cada suceso con especial toque de maldad y humor negro. Muy sabia la cosaTabla


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