Volver al pasado; no porque
no queramos avanzar, no para evadir la realidad, no… sino para enmendar
errores, ver a los seres queridos que ya se nos fueron y revivir los momentos
más importantes de nuestra vida. Qué bonito sería, pero es imposible. Solo Domhnall
Gleeson tiene la facilidad de hacerlo, cuando entra en el papel de Tim Lakeen,
en About Time (Cuestión de Tiempo). Él actúa junto a Rachel McAdams en esta cinta
que, aunque pareciera tener un argumento repetido, contiene un toque de
originalidad y honestidad demasiado agradable. Me senté a verla recordando
aquella cinta en la que la misma protagonista tenía un esposo que también
viajaba en el tiempo (The Time Traveler's
Wife). Sin embargo, esa está un lejos de ser buena; más bien es aburrida y
sin fuerza. Aquí encontramos un filme provisto de sentimiento y encanto. Se
trata de la vida misma, con sus sucesos unos tras otros, aunque con la
posibilidad de experimentarlos las veces que sean necesarias.
¿Se imaginan? Volar al
primer beso, al nacimiento de tu hijo, al abrazo de tu abuelo… Eso fue lo que
me gustó de About Taime, la manera como te presentan una historia contada con
el corazón en la mano. Una narración poética y una música que te mueve hasta la
última fibra. "Inteligente y dulce, divertida y realmente emotiva”, dice Empire.
Los personajes te sumergen, aunque debo confesar que vi a Gleeson un tanto plano
(de repente es solo mi percepción). McAdams está bien (como siempre), y el
resto del reparto excelente, amén de un Bill Nighy sencillamente perfecto en el
rol del padre. Yo le quitaría unos puntitos por la inconsistencia en su género,
aunque al final terminas metiéndola en el saco del drama. Comedia hay poca,
sobre todo al principio. En conclusión, About Time nos regala 123 minutos de
reflexiones. El director Richard Curtis lo supo hacer, y miren que es difícil
que una trama así no raye en lo ridículo. La recomiendo a todo el que tenga
ganas de dejarse llevar por una hermosa puesta en escena y una fotografía
completamente envolventes. Reirás, llorarás y posiblemente quedes con una
sensación de felicidad que pocas películas provocan.
Puntuación:
4 de 5
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