Una comedia inteligente


Hace dos meses estuve revisando los próximos estrenos de la cartelera y me encontré con un póster en el que aparece Steve Carell tendido en un sofá, mientras unas piernas femeninas se imponen frente a él. Anoté el título en mi lista de "películas por ver" y me llamó la atención que se llamara Crazy, stupid love. "¿De qué tratará?", pensé y me prometí echarle un ojo al tráiler. Olvidé el asunto y me dediqué a disfrutar de otras que sí estaban disponibles. Pasó el tiempo correspondiente y comenzaron las recomendaciones. Indagué y me di cuenta del gran reparto que contenía: Julianne Moore, Emma Stone, Marisa Tomei, Kevin Bacon y -por si fuera poco- Ryan Gosling. La sola presencia de este chico siempre me causa un interés total.


Me fui al cine con las expectativas muy altas y, aún así me cautivó. La cinta de Glenn Ficarra y John Requa (I Love You Phillip Morris) es la entrega más agradable, entretenida e inteligente de la temporada; con un guión escrito por uno de los más valorados de la actualidad: Dan Fogelman (Cars 2006). Sentada en la butaca, degustando una gigante barra de chocolate con maní, observé con placer como el protagonista de The Notebook aparece en su primera escena con sobrada elegancia. Más adelante hace alarde de sus abdominales y su cuerpo en pleno. Crazy Stupid Love puede ser la confirmación del año para Gosling, quien además viene con un thriller de acción que triunfó en Cannes (Drive) y la nueva propuesta dirigida por George Clooney (Idles of March).


En lo que atañe a la película en general, tengo que decir que me pareció sencillamente genial. Son pocas las comedias románticas contemporáneas que logran destacarse, y esta lo hace "a rabo alzado". El género, que se ha convertido en un cliché compuesto por chistes malos, aquí marca una gran diferencia. Si me pongo un poco objetiva, podría aceptar que Crazy... no escapa totalmente de lo convencional, sobre todo por la forma en que termina la historia, pero el extraordinario trabajo del elenco es tan bueno que sobrepasa las líneas establecidas. Tiene romance, drama y diversión en justa proporción. También deja un aire de reflexión, pues tras su aura de frivolidad guarda un tema profundo. Una cinta honesta en sus partes más genéricas, que sabe con exactitud su condición y que se esmera en sus fortalezas, para complacer a un público con ganas de relajarse. Nada malo que atribuirle.

0 Response to "Una comedia inteligente"

Publicar un comentario